Humor en víspera de Navidad

in Hive Mexico2 years ago

Es necesario reír para que el organismo se relaje y el cerebro libere las hormonas necesarias para sentir felicidad, una excitación provocada a veces por el sentido del humor que te lleva al punto más álgido, para mí uno de los mejores climax de la vida y en cualquier momento se puede experimentar disparatados hechos crueles o de agudeza en vísperas de la navidad. Aquí les comparto 3 cortas anécdotas en Navidad de orden sensible, sarcasmo y sorpresivo.

¡A medias!

Mi familia acostumbra a reunirse cerca del árbol para hacer entrega de los regalos. Era el turno de mi hermano, un catire hermoso y jocoso de la familia y empieza a recibir un regalo, primera reacción surge la mueca de agradecimiento; nuevamente le nombran para entregar otro obsequio y nace un CC de sonrisa. Pronto aparece el tercer regalo y en la cara de mi hermano se dibuja una sonrisa de burla acompañada de la expresión ¡A medias!. Empezó a crear un monólogo que decía: ¿cómo te sientes, Perlita? (así le dicen), me siento a medias; ¿Cuánto vale la media? Tienes medias que me Empreste? Todos reían del sarcasmo porque mi hermano recibió puras medias blancas en navidad; por lo menos no se fue fallo.


¡Morocha!

Un 24 de diciembre un grupo de amigos adolescentes corríamos por la urbanización, todos teníamos trajes que lucir y hacíamos tremenduras. Divertido era "jugar" con fuegos artificiales, teníamos estrellitas, cebollitas, luces de bengalas y fosforito. Mi gran amiga la Morocha decidió experimentar con un juego que no resultó favorable para ella, se descuidó y en una explosión la falange de su dedo salió volando. Gritamos y corrimos para pedir ayuda, decíamos la "Morocha quedó Mocha" y hoy día es la Morocha Mocha.

¡Negro!

Para quienes no me conocen estoy casada con un hombre que cariñosamente le digo Negro. Ese hombre fue deportista profesional y tiene la necesidad de mantenerse saludable. El 24 de diciembre del 2015 decidimos pasar las navidades con su familia en Valencia, Venezuela; generalmente las reuniones estilan celebrarse como si fuera día de la alimentación por exagerar la cantidad de comida. Llega 28 de diciembre y la familia tenía tiempo que no estaba completa 5 hermanos, esposas, nietos y abuelos juntos, por suerte mi cuñado tenía una casa muy grande. Sin embargo, decido regresar a Caracas para pasar el año nuevo con mi familia no numerosa y un poco bastante menos en consumir comida. Mi esposo decide quedarse con su familia porque congregar a todos fue complicado y era importante que continuara con ellos. El 2 de enero llega mi esposo a la casa de mamá y cuando abro la puerta de inmediato digo en voz alta y sorprendida "¡Negro, qué te pasó!" estaba hinchado de tanto comer, lo cachetes rellenos me impedía ver sus ojos. Mi Negro sonríe al ver mi rostro; y ese tanque de 110 kilos caminando hasta mi cuerpo de 52 kilos; mi familia reía por mi asombro y preocupación.

Agradezco la visita y el apoyo a mi producción

Primera imagen creada con la aplicación Fotocollages. Fotos tomadas con mi teléfono móvil noblex modelo 551. Ilustración realizada por mí

Soy miembro de @motherhood

Diseño realizado en Canva

@AntonietaGonzl7 Twitter

Las publicaciones elaboradas en mi blog son realizadas desde un móvil Noblex modelo 551.

Sort:  

Será que todos se dieron cuenta que estaba escaso de medias, este catire sin pelos en la lengua. Pobre morocha, qué susto.

¡Ay no! Mi estomago se revolvió me imagino "prueba lo que yo traje y mira prueba esta hallaca, quesillos torta negra la última por hoy está friita" de verdad parece guerra de comida...gracias a Dios ja,ja,ja. Qué rico la comida navideña. Ya me hice los exámenes de laboratorio para saber cuanto debo comer...ñugui ñugui

Gracias @amandaj por este aporte tan valioso.

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Hola, querida amiga.

Disculpa el retraso. Mi hermano tiene humor sarcasmo. Mi amiga la Morocha quedó marcada. La familia de mi esposo es exagerada en todo, es mejor que sobre a que falte, lo bueno fue que hicimos dieta y quedamos preñados.

Pobre Morocha, pero de todo hacemos un chiste. Después del susto vienen las risas. Un gusto saludarte.