No sé si sea así en todos los casos, pero he visto que muchos de los adolescentes que escriben poemas, utilizan en sus primeros versos referencias a la naturaleza y a elementos clásicamente románticos. La noche, la luna, el sol, el mar y por supuesto las estrellas, son mencionadas de alguna u otra forma en sus primeras creaciones. Tal fue el caso de este servidor cuando con catorce años comenzó a escribir una poesía joven, empírica y muy romántica. En los versos que les muestro hoy hay una clara y reiterada referencia a los luceros celestiales y a su identificación con la mujer amada. Espero les gusten:
“Mi estrella”
Solía pasar noches enteras
mirando estrellas en el cielo
solo tendido en el suelo
sin importar en donde estuviera.
Solía soñar con que una de ellas
algún día, hasta mí, bajaría
acabaría con esta ansia mía
y se convertiría en mi doncella.
Que llegaría y me abrazaría
muy fuerte entre sus brazos
que guiaría todos mis pasos
que, sin condición, me amaría.
Y solía imaginar cómo era
cómo debía ser esa estrella
sin duda debía ser bella
sin duda que así lo era.
Le preguntaba ¿por qué tardas tanto?
vida mía, te quiero aquí
¿por qué no bajas hasta mí
y consuelas así mi llanto?
Pero entre soñar y soñar
no vi que ya había bajado
que ella ya estaba a mi lado
sólo tuve que despertar.
Te miré y supe así
que Dios existe en verdad
que mis rezos debió escuchar
y por eso te trajo a mí.
Para guiar todos mis pasos
y tener alguien a quien amar
para poderte abrazar
y perderme en tus abrazos.
Ahora miro las estrellas
y veo simples luceros
que iluminan de noche el cielo
y aunque es cierto que son bellas
pues no se pude negar
algo debo confesar:
Si tuviera que escoger una de ellas
para tenerla aquí junto a mí
te escogería seguro a ti
porque, mi amor, tú eres mi estrella.
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