Un abrazo queridas mamis y papis de esta hermosa comunidad.
Aquí estoy nuevamente con un reto personal el cual consiste en escribir como mínimo un post semanal, comenzando desde la semana 1, de esta manera deseo honrar a la comunidad que me dio la bienvenida en esta plataforma.
Así que para iniciar este reto decidí comenzar con el día 1 de la semana 1.
Ser mamá en tiempo de cuarentena.
Ya ha transcurrido un año y tres meses desde que se declaró la Pandemia por Covid-19, y esto ha sido una verdadera pesadilla sobre todo para quienes se han contagiado o han perdido a un ser querido por este motivo.
Sin dudas la vida nos ha cambiado a todos, recuerdo esos días cuando en las redes leía sobre esta extraña enfermedad, los vídeos de los médicos chinos, la cara de preocupación del director de la OMS dando conferencias de prensa, dos días antes que se declarara Pandemia mundial, había tomado la decisión de no enviar más al colegio a Estefanía, mi instinto de madre me llevo a pensar en eso y así lo hice, tres días después se anunciaba la pandemia a nivel mundial y dos días más tarde se declaraba la cuarentena total en mi país Venezuela.
Mi trabajo como docente en la universidad dio un giro de 180 Grados, ahora debía atender a mis estudiantes desde casa y de manera virtual, Estefanía mi hija, también debía hacer sus tareas todas en casa y luego enviarlas por WhatsApp, correo, fotos, yo tuve que rehacer toda mi planificación y adaptarla a esta modalidad, el trabajo se triplicó ya que durante todo este tiempo la atención a los estudiantes prácticamente se hizo personalizada, sin contar que con las terribles deficiencias que sufrimos con la electricidad y el internet, así que tuve que hacerme disponible a toda hora, es decir cuando, tanto mis estudiantes como yo pudiésemos tener conexión.
Debo decir que la carga emocional, física y hasta espiritual me han hecho llorar muchas veces de impotencia, por no poder ayudar más a mis estudiantes, ya que muchos no cuentan con los recursos para tener computadora ni teléfono inteligente, y por otro lado el no atender debidamente a mi hija Estefanía, siento que debí y debo estar con ella al cien por ciento en esta difícil etapa de la humanidad.
Ella es ya una adolescente, ya escribí sobre ella en esta comunidad y mi experiencia como mamá azul, y que difícil ha sido esto, ya que las rutinas nos cambiaron por completo, las horas de sueño, de las comidas, los días de compra, y aún hoy, no logro una rutina de trabajo escolar en casa con mi hija, ella es súper inteligente, maneja sus propios recursos de aprendizaje pero no logro que se adapte a este modelo que a mi modo de ver no resulta nada agradable, tener que escribir y prácticamente tener que cubrir temas que, siendo sinceros cuando tenían clases presenciales, ni los profesores cubrían en su totalidad es una barbaridad.
El encierro ha sido otra tortura, hacerlo todo en casa es terrible, me explico, amo mi hogar, mi casa, mi familia, pero he tenido que convertí mi cocina comedor en oficina y aula de clases de Estefanía, y aunque contamos con mucho espacio en casa esto es lo que ha resultado más práctico ya que me permite hacer varias cosas al mismo tiempo, y aunque las mamás nos jactamos de poder hacer esto, no es lo mismo hacerlo durante un año entero.
El distanciamiento físico ha sido otro duro golpe, sin las amigas del cole, sin su mejor amigas Isabella que se encuentra en Brazil y los primos que viven cerca pero que también son cuidadosos de cumplir con el distanciamiento es difícil. La estrategia que encontramos en familia fue crear un grupo de WhatsApp que llamamos Primos, por allí se conectan, juegan, hablan... pero nunca es igual. Que decir de mí, bueno en medio de este torbellino apenas si encuentro espacio para hablar por llamadas en conferencia con mis hijas, Mariale está en Brazil y bueno creo que es con quién más hablo, con mi hermana y sobrinos también nos conectamos y con mi hija Beatriz y mi nieto Jeremías gracias a Dios, los tengo cerca en la casa de al lado.
El esparcimiento familiar es otro tema delicado, a pesar que la gente en general a nuestro alrededor se comporta como si no estuviera pasando nada, nosotros nos hemos quedado literalmente en casa, la playa nos queda a escasas cuadras, sin embargo no hemos ido, el relajo de la gente es tan grande que aumenta nuestro temor a salir, nos hemos limitado a ir de compras un día en la semana para lo necesario, y yo voy a la universidad uno o dos días para atender asuntos administrativos, Estefanía tiene una bicicleta que le regaló su hermano por parte de papá y a veces en las tardes sale a dar unas vueltas. Su mayor placer para distraerse es dibujar, ella es una artista de verdad, además le permitimos jugar un video juego que comparte con los primos e Isabella. Por su de vemos películas y jugar con las mascotas, un perro y tres gatos.
La salud física y mental. Tema bien crítico, creo que excepto deportistas y artistas comprometidos con su físico han logrado mantenerse a un ritmo decente. A mí me ha afectado estar tantas horas sentada trabajando desde un teléfono o la computadora, en cuanto a Estefanía queremos que haga más ejercicios, ella practicaba tenis con una prima pero ya no lo hace, ya que no tiene una cancha cerca para practicar. Queremos comenzar a salir por las tardes a caminar o a correr bicicleta.
Mentalmente gracias a Dios estoy bien, en la familia no hemos tenido casos de Covid, pero si muchos amigos y conocidos de los cuales algunos han fallecido. Pero siendo sincera he tenido momentos de depresión y angustia, sobre todo pensando en mi hija que vive en Brazil, el segundo país más afectado a nivel mundial, gracias a Dios ellos son muy cuidadosos y respetuosos de la vida y han extremado las medidas de seguridad, Mariale trabaja totalmente desde casa y Beatriz que vive al lado, también trabaja totalmente vía Internet.
Yo he estado a punto de renunciar varias veces a la universidad pero ya son casi veinte años de trabajo, y tal parece que a los docentes nos cuesta dejar o cambiar de trabajo, tal vez lo que nos mantiene atados es el sentido de compromiso, de ayudar a nuestros estudiantes que están luchando contra la adversidad para lograr graduarse. Para nadie es un secreto lo que ganamos en Venezuela quienes ejercemos esta profesión, ya muchos se fueron a otros países antes de la pandemia, y los que quedamos lo hacemos por amor a la profesión.
El cansancio hace mella y más tarde o más temprano yo me enfrento a una difícil toma de decisiones, sin embargo creo y estoy convencida que la familia debe estar primero, el sistema exige demasiado y cuando te das cuenta has descuidado a los seres que más amas y que a fin de cuentas son a quienes les importas. He visto con tristeza durante este año irse a algunos de mis colegas y solo un obituario en las redes durante un día y luego pasan a ser olvidados.
Hive, la pandemia y mi vida de Mamá.
Me siento feliz escribiendo, cocinando y publicando, pintando con Estefanía, compartiendo con nuevos amigos virtuales, lo considero el trabajo ideal en estos tiempos críticos, además que me ha permitido explorar cosas que puedo hacer sin afectar a mi familia, y que además puedan formar parte de esto me llena de satisfacción. La mejor parte es que mis hijas están trabajando gracias a esta plataforma y pueden cubrir sus gastos y hasta cierto punto ser autosuficientes. Yo espero hacer lo mismo, lo necesito para poder atender mejor a las personas que más amo en mi vida y que dependen de mi. No quisiera que se me fuera el tiempo tratando de pelear y vencer molinos de viento.
El cambio más significativo del que puedo hablar una vez transcurrido este año, no es realmente un cambio, valoro y amo a mi familia y siempre han sido lo primero en mi vida, pero este año estoy convencida que para una madre lo más importante es ver y saber que los hijos tienen salud, un techo, abrigo y comida, y que confían en Dios y han cultivado la fe, la paciencia, el aguante y otras cualidades para superar las dificultades, le doy infinitas gracias a Dios que de alguna manera les ha presentado los medios para que sea así. Las cosas materiales son simplemente cosas, solo las disfrutas si las compartes con alguien.
Lo bueno de esta situación es la oportunidad de valorar más la vida al lado de los seres que amo, los que están cerca y los que están a miles de kilómetros de distancia, poder replantearme las metas y deshacerme de todo aquello que pesa, aprender que en la vida hay que andar ligeros de equipaje para poder abrazar las cosas que verdaderamente valen.
Esta es mi primera entrega de este reto personal y compromiso con mi comunidad Motherhood. La siguiente entrega será un tema de la semana 2.
Todas la fotos me pertenecen o son de uso familiar.
Gracias por haber llegado al final de la publicación, espero les haya gustado. un abrazo inmenso.
A hug dear mommies and daddies of this wonderful community.
Here I am again with a personal challenge, which is to write at least one post a week, starting from week 1, I want to honor the community that welcomed me on this platform.
So to start this challenge I decided to start with day 1 of week 1.
Being a mom in quarantine time.
It has been a year and three months since the Covid-19 Pandemic was declared, and this has been a real nightmare especially for those who have been infected or have lost a loved one because of it.
Undoubtedly life has changed us all, I remember those days when I read about this strange disease in the networks, the videos of the Chinese doctors, the worried face of the WHO director giving press conferences, two days before the world pandemic was declared, I had made the decision not to send Estefania to school anymore, my instinct as a mother led me to think about it and so I did, three days later the pandemic was announced worldwide and two days later the total quarantine was declared in my country Venezuela.
My work as a teacher at the university took a 180 degree turn, now I had to attend my students from home and virtually, Estefania also had to do her homework all at home and then send them by WhatsApp, mail, photos, I had to redo all my planning and adapt it to this modality, the work tripled because during all this time the attention to the students practically became personalized, not to mention the terrible deficiencies we suffered with electricity and internet, so I had to make myself available at all hours, that is to say when both my students and I could have connection.
I must say that the emotional, physical and even spiritual burden has made me cry many times of impotence for not being able to help my students more, since many do not have the resources to have a computer or smartphone, and on the other hand, not being able to properly care for my daughter Estefania, I feel that I should and must be with her one hundred percent in this difficult stage of humanity.
She is already a teenager, I already wrote about her in this community and my experience as a blue mom, and how difficult this has been, since the routines changed us completely, the hours of sleep, meals, shopping days, and even today, I can not achieve a routine of school work at home with my daughter, she is super smart, She manages her own learning resources but I can't get her to adapt to this model that in my opinion is not at all pleasant, having to write and practically having to cover topics that, to be honest when they had classes in person, not even the teachers covered in their entirety is an outrage.
The confinement has been another torture, doing everything at home is terrible, I mean, I love my home, my house, my family, but I have had to convert my kitchen dining room into an office and Estefania's classroom, and although we have a lot of space at home this is what has been more practical because it allows me to do several things at the same time, and although we moms boast of being able to do this, it is not the same to do it for a whole year.
The physical distance has been another hard blow, without her friends from school, her best friend Isabella who is in Brazil and the cousins who live nearby but are also careful to keep the distance it is difficult. The strategy we found as a family was to create a WhatsApp group that we call Primos, through there they connect, play, talk... but it is never the same. What to say about me, well in the midst of this whirlwind I barely find space to talk on conference calls with my daughters, Mariale is in Brazil and well I think she is the one I talk to the most, with my sister and nephews we also connect and with my daughter Beatriz and my grandson Jeremías thank God, I have them close by in the house next door.
Family recreation is another delicate issue, although people around us generally behave as if nothing is happening, we have literally stayed at home, the beach is just a few blocks away, however we have not gone, the relaxation of people is so great that it increases our fear of going out, We have limited ourselves to go shopping one day a week for the necessary things, and I go to the university one or two days to attend to administrative matters, Estefania has a bicycle that her brother gave her on her father's side and sometimes in the afternoons she goes out for a ride. Her greatest pleasure to distract herself is to draw, she is a real artist, we also allow her to play a video game that she shares with the cousins and Isabella. For her of we watch movies and play with the pets, a dog and three cats.
Physical and mental health.
A critical issue, I think that except for athletes and artists committed to their physique, they have managed to keep a decent pace. As for Estefania, we want her to do more exercises, she used to practice tennis with a cousin but she doesn't do it anymore, since she doesn't have a court nearby to practice. We want to start going out in the afternoons to walk or ride a bike.
Mentally, thank God I am fine, in the family we have not had cases of Covid, but many friends and acquaintances of which some have died. But to be honest I have had moments of depression and anguish, especially thinking of my daughter who lives in Brazil, the second most affected country in the world, thank God they are very careful and respectful of life and have taken extreme security measures, Mariale works entirely from home and Beatriz who lives next door, also works entirely via the Internet.
I have been on the verge of resigning several times from the university but it has been almost twenty years of work, and it seems that it is difficult for us teachers to leave or change jobs, perhaps what keeps us tied is the sense of commitment to help our students, who are struggling against adversity to graduate. It is no secret to anyone what we earn in Venezuela for those of us who work in this profession, many left for other countries before the pandemic, and those of us who remain do it for the love of the profession.
Fatigue takes its toll and sooner or later I face a difficult decision making process, however I believe and I am convinced that the family must come first, the system demands too much and when you realize you have neglected the ones you love the most and that after all are the ones you care about. I have seen with sadness during this year some of my colleagues leave and only an obituary in the networks for a day. Then they are forgotten.
Hive, the pandemic and my life as a mom.> Quote
I feel happy writing, cooking and publishing, painting with Estefania, sharing with new virtual friends, I consider it the ideal job in these critical times, plus it has allowed me to explore things I can do without affecting my family, and that they can also be part of this fills me with satisfaction. The best part is that my daughters are working thanks to this platform and can cover their expenses and to some extent be self-sufficient. I hope to do the same, I need to be able to take better care of the people I love the most in my life and who depend on me. I would not want my time to be wasted trying to fight and defeat windmills.
The most significant change I can talk about after this year has passed is not really a change, I value and love my family and they have always been the first thing in my life, but this year I am convinced that for a mother the most important thing is to see and know that her children have health, a roof, shelter and food, and that they trust in God and have cultivated faith, patience, endurance and other qualities to overcome difficulties, I give infinite thanks to God who has somehow presented them with the means to make it so. Material things are just things, you only enjoy them if you share them with someone.
The good thing about this situation is the opportunity to value life more with the people I love, those who are close and those who are thousands of miles away, to rethink my goals and get rid of everything that weighs me down, to learn that in life you have to walk lightly in order to embrace the things that are truly worth.
This is my first installment of this personal challenge and commitment to my Motherhood community. The next installment will be a week 2 theme.
All photos belong to me or are for family use.
Thank you for making it to the end of the post, I hope you liked it, and I send you a big hug.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
que lindo. saludos
👍😚