El coronavirus ha hecho que los cuerdos no se protejan, no usen mascarillas y algunos que no son tan cuerdos como mi amigo Chus el Carrito, si anden protegidos.
Crecí al lado de chus, un niño que se crío en el pueblo haciendo mandados en el mercado, el tiene unos 45 años en edad real, pero al hablar con el manifiesta tener 8 años y que es hijo de una secretaria que trabaja en el ayuntamiento o alcaldía del municipio, y hablar con este viejo niño es volver a vivir épocas ya pérdidas, ya que el aun juega con carritos y es en esencia un niño, muchos se burlan de el por considerarlo el loco del pueblo.
Muchos psicólogos dicen que el tuvo un episodio duro, en el cual sus padres murieron y quedo huérfano y la vida se volvió dura de la noche a la mañana entonces el para escapar de ese trauma tan complicado de encerró en su mismo y se quedo en la época mas feliz que pudo el tener durante su vida y ahí de quedo, algo que llama tuvo un flashback y no volvió a su realidad, y pasa sus días siempre en el pueblo haciendo mandados y llevando recados a las venteras, y gracias a Dios siempre hay un noble alma buena que le provee un plato de comida para el y su hermano Miguel Ángel, quien también es un poco extraño siempre anda corriendo a un ritmo no normal casi corriendo por eso tiene el sobrenombre de correcaminos por su velocidad.
Siempre que veo a chus me detengo a platicar con el, y cuando tengo tiempo le invito un café o un par de pupusas y aprovecho ese tiempo para saber como esta, para escuchar sus historias de su mamá y de las señoras del mercado que le juegan algunas malas pasadas como que una de quería casar con el, la vez pasada.
Uno de sus clientes es Manuelito cuyo nombre verdadero es Serafin Rivera, el que tiene un bazar en el pueblo y ahí es donde Chus siempre pasaba buena parte de su tiempo para ser el mandadero de Manuelito y llevarle y traerle encargos, por un poco de dinero o un buen plato de comida, el cariño y amistad entre Manuelito, Chus y su Hermano siempre ha sido grato, yo siempre cuando voy a misa los domingos en el pueblo, siempre en la iglesia asistía Manuelito y Chus siempre le acompañaba escuchando el sermón dominical muy temprano por la mañana y después siempre les encontraba en la pupuseria del pueblo degustando el suculento desayuno dominguero.
Hoy que lo vi me puse a platicar con el preguntándole como estaba, y me alegro mucho ver a mi amigo de infancia protegido con su mascarilla y me dijo esta duro voy a rebuscarme que no he comido, y la vida se ha vuelto dura hoy con el coronavirus, por lo que siempre tenemos algo para compartir con el amigo.
La gente cuando me ve platicando plácidamente con el, siguiendo el hilo de esas conversaciones que solo existen en su mente y que la mayor parte de las personas consideran una perfecta locura, pero que al oírlas, y unirse transporta hacia otro mundo un lugar sin preocupaciones, ni problemas mas que comida, su única preocupación es comer solamente, conseguir para el día a dia nada más, una vida tranquila sin tanto afán por conseguir tanta cosa material que hoy con el coronavirus ha quedado en evidencia que no son mas que puras vanidades.
Esto es un homenaje a todos esos seres que van por el mundo siendo diferentes, muchas veces incomprendidos por ir en contra del sistema.
Gracias por la visita recuerden material propio fotos incluidas.
Que lindo ver la inocencia aún en un mundo que se ha vuelto tan frío e implacable. Gracias por compartir la historia de tu amigo Chus, sin duda alguna un lindo personaje. Te dejo mi apoyo, querido amigo @galberto y un abrazo!...
Muchísimas gracias por compartir nuestra historia siempre es grato conversar con mi amigo chus y disfrutar su inocencia que siempre uno aprende algo de el.