La nueva directiva de la empresa petrolera CITGO, propiedad de Venezuela, y administrada por el gobierno interino de Juan Guaidó, presentó este viernes 23 de agosto su informe de gestión.
La empresa fundada en 1910 se inició como un consorcio para la distribución de gasolina y gas en la región central de los Estados Unidos.
En dos operaciones realizadas en 1986 y 1990 la empresa pasó a manos de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), convirtiéndose en la primera filial de PDVSA fuera del territorio venezolano.
Entre los activos de CITGO están tres refinerías con una capacidad de refinación de 749.000 barriles diarios de petróleo, 45 terminales de almacenamiento y una red de distribución de 5000 estaciones de servicio.
En los últimos años el Estado Venezolano estuvo a punto de perder la empresa. Durante la pésima gestión del gobierno de Nicolás Maduro se agravaron los problemas de gestión, se hipotecaron los activos de CITGO a la petrolera rusa Rosneft, los tenedores de Bonos de PDVSA iniciaron acciones que comprometían a CITGO y, Cystalex, compañá canadiense, inició una demanda para recuperar pagos incumplidos por el gobierno de Maduro.
Luego de seis meses de ser nombrada por el presidente interino Juan Guaidó, la nueva directiva presenta el primer informe de gestión.
Entre los logros de este semestre está el refinanciamiento del 70% de la deuda adquirida por la gestión anterior, esto le permite a la empresa seguir explorando nuevas posibilidades de financiamiento para mantener sus operaciones.
Una medida que la directiva consideró imprescindible fue la solicitud de una auditoría completa de la empresa, para ello se requirieron los servicios de firmas especializadas residentes en los Estados Unidos. Esta auditoría ha permitido ir resolviendo sobre la marcha un conjunto de irregularidades.
Otro asunto en el que la junta directiva ha enfocado su esfuerzo es en clarificar las políticas y procesos que permitan establecer el mejor control para una gobernanza corporativa eficiente; la empresa estaba siendo manejada en forma completamente arbitraria, lo que facilitaba el desorden administrativo y la corrupción.
No menos importante ha sido el logro de la renovación automática, cada 18 meses, de la licencia que permite operar a la empresa, emitida por el Departamento del Tesoro de EE. UU.
De igual modo, se logró la extensión de la licencia de funcionamiento de la Fundación Simón Bolívar, que permite la asistencia de tratamientos médicos de alto costo a 40 pacientes subvencionados por CITGO.
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