Un amor ya olvidado,
que de pronto se enciende y se siente desenfrenado,
convertido en recuerdos de noches y días,
trayendo a la vida viejas fantasías.
Un amor desbordado,
que puede pasar como alocado,
porque nace de cenizas del pasado,
alimentado por aquellos momentos apasionados.
Siento el calor de sus lágrimas aquel día de la despedida,
y hoy siento el calor de mis lágrimas que hoy recuerdan su partida.
Y aunque he pasado por su casa y por los lugares que juntos recorríamos,
con la esperanza de verlo un momento y que se vuelva a encender lo nuestro,
la soledad es la que hoy me recibe y me insiste en que ya lo olvide.
Y aunque al leer sus antiguas cartas
y ahora me de cuenta de todas mi fallas,
el deseo de verle me consume ,
pareciera que vivo en las nubes.
Puede que estás letras no sean suficientes,
que ahora solo deba vivir con la ilusión de algún día verte
y que quizá nunca sepas que este corazón volvió a quererte,
estos ojos volvieron a soñarte, a desearte
Y que está boca solo anhela el poder volver a besarte.
