El insulto (Película): una escalada de intolerancia

in #cine4 years ago

Siempre he sido amante de las películas de habla no inglesa por varias cosas. Una de ellas es que, principalmente, son dramas (mi género favorito) y la otra es que ante la ausencia de un gran presupuesto como los de las películas de Hollywood, las cintas extranjeras deben apoyarse en un guión sólido, buenas actuaciones y una historia memorable. De entre todos los rincones extraños en los que podemos encontrar una buena película de habla no inglesa, hoy he decidido trasladarme hasta el Líbano para traerles esta recomendación.

L'insulte (El insulto) es una peícula de 2017 dirigida y coescrita por Ziad Doueiri. En ella se cuenta la historia de Toni, un cristiano libanés, y Yasser, un capataz palestino. Es importante comprender bien estas condiciones porque son un rasgo esencial para el desarrollo de los acontecimientos. En occidente tenemos la idea ya construida en nuestra cabeza de que los árabes son musulmanes, incluso algunos toman las palabras como sinónimos en cierto contexto, pero la realidad es mucho más compleja. En los países árabes hay personas que, independientemente de su país de origen, pueden ser cristianos, judíos o musulmanes (sin mencionar los cismas dentro de estos tres monoteísmos) y a ello hay que agregar el drama de conflictos antiguos y recientes, guerras por territorios, grupos extremistas refugiados, crisis sociales y demás. Dentro de todo ello, la cuestión palestina es un tema bastante delicado.

Teniendo estos antecedentes, lo que sucede es lo siguiente: Yasser es capataz de un equipo a cargo de una obra en construcción en un barrio de Beirut y un día, Toni, que vive en esa calle, sale a su balcón a regar las plantas y derrama "accidentalmente" un poco de agua en la cabeza de Yasser y algunos de sus trabajadores. El palestino sube a casa de Toni a indicarle que su desagüe está mal, ya que sobresale más de lo que lo permite la ley, y se ofrece a repararlo. Toni se niega a dejarlos entrar a su casa. Yasser vuelve a la calle y con su equipo, acondicionan la tubería del desagüe de Toni para que el agua descienda de la mejor manera hasta la calle, pero Toni sale al balcón y destruye la tubería plástica que acaban de colocar diciendo "esta es mi casa" y Yasser lo insulta.

Para que las cosas no pasen a mayores, el jefe de Yasser conversa con los hombres y Toni le exige una disculpa por parte de Yasser. Debe disculparse personalmente. Al principio, el palestino se niega porque él no ha iniciado la pelea y no ha hecho nada malo, pero en Beirut es ilegal contratar a palestino por su condición de refugiado y su trabajo peligra, así que accede. La visita al garage de Toni (es mecánico) no acaba según lo planeado y unas palabras muy subidas de tono por parte del cristiano y bastante hirientes en el contexto, provocan la furia de Yasser que golpea a Toni, rompiéndole dos costillas. Toni, herido en su orgullo, decide llevar el asunto ante la justicia y comienza un largo proceso judicial en el que el pequeño acto inicial del agua derramada crece como una bola de nieve hasta convertirse en un conflicto nacional, enfrentando a palestinos y cristianos libaneses a lo largo y ancho de la ciudad.

Primero hay ua demanda en la que se exponen los argumentos y en la que vemos a un Toni enfadado y a un Yasser que admite su culpa, quedando libre de cargos. Pero un hecho dramático que secede a continuación, hace que Toni vaya a una corte de apelación. Al igual que en la reciente Historia de un matrimonio, durante el juicio salen a la luz asuntos turbios, delicados, anécdotas de la vida privada de cada uno de los hombres, sus familias y sus pasados. Los abogados, interesados en demostrar que la otra parte tiene la culpa y la suya fue la ofendida, hacen uso de recursos que incomodan a los protagonistas. La exposición de la vida privada de la esposa de Toni le parece a Yasser algo que no debió contarse, pero su defensa alega que era neceesario. Por otro lado, Toni va percibiendo que el capataz palestino, al igual que él, es un hombre decente y un trabajador muy dedicado. Son muchas las preguntas que comenzamos a hacernos sobre los personajes, ¿por qué tanta intransigencia por parte de Toni?, no fue tan grave ¿o sí? ¿por qué la actitud resignada y de alguna manera complaciente de Yasser? El palestino, de unos sesenta años parece querer que todo acabe cuanto antes, pero el cristiano, quince años menor que su contrincante, no parece satisfecho con nada.

Y también nacen otras interrogantes que van más allá de los personajes, ¿puede una ofensa verbal hiriente considerarse tan grave como una agresión fisica?, cuando alguien provoca y otro es provocado, ¿quién es el iniciador de la disputa? y en ese sentido ¿quién es el culpable? ¿el que ofende, el que golpea o ambos?, en este último caso, ¿en igual medida? La defensa del orgullo, de la dignidad humana, de las minorías, incluso la para algunos exagerada compasión hacia esas minorías, se hace presente en la historia, pero también la naturaleza humana, la intolerancia, la (in)capacidad de seguir adelante. Si bien la condición social y religiosa de los protagonistas es de un peso capital para el desarrollo de la trama, también vemos cómo, más allá de las etiquetas, existen dos personas que no son tan diferentes y que, sin tantos abogados, sin la prensa y sin grupos políticos apoyándoles, quizás puedan llegar a entenderse y a tolerarse.

The isult fue bien recibida tanto por el público como por la crítica y muchos se sorprendieron cuando la cinta chilena Una mujer fantástica le ganó en la categoría de Mejor película internacional en los premios de la academia. La dirección es excelente y el guión una delicia. De la misma forma que en A separation, en esta película el guión está tan bien hecho que no hacen falta efectos visuales ni secuencias prolongadas de acción para mantener la atención del espectador quien, aunque no sea árabe o palestino, se sumerge en la historia y la vive de un lado y del otro. Aunque muchos critican (con algo de razón) la oferta de la plataforma Netflix por considerarla una fuente entretenimiento y no de Cine, también es cierto que si se sabe buscar en ella y se está dispuesto a dejarse sorprender por historias de orígenes dispares, se pueden encontrar joyas como esta película de 8/10 puntos, un drama memorable sobre la intolerancia y sobre cómo un pequeño gesto o una actitud conflictiva puede acarrear enormes consecuencias: ¿es mejor tener paz o tener la razón?