Play it again, Sam (Película): los sueños de un seductor

in #cine3 years ago

Uno de los primeros trabajos de Woody Allen

¿Alguna vez han deseado que su vida fuese una película? ¿o poder actuar como lo hace algún personaje del cine? Es decir, ¿alguna vez se han encontrado en alguna situación en la que han sentido que sería provechoso poder tener la energía, el carisma o la determinación de algún personaje que hayan visto en la gran pantalla?

Pues, eso es precisamente lo que sucede en Play it again, Sam (en español Sueños de un seductor), la historia de Allan Felix (Woody Allen), un crítico de cine recién divorciado que desea volver al ruedo pero no tiene éxito con las mujeres y sufre una extraña y recurrente alucinación: el mismísimo Humphrey Bogart le da consejos sobre cómo seducir a las ladies. Para quienes no lo sepan, Bogart es uno de los icónicos actores de la época dorada de Hollywood, protagonista de Casablanca, el clásico que sostiene el eje central de esta otra película de 1972. De hecho, Play it again, Sam inicia con Allan sentado en una sala de cine viendo la famosa historia de amor entre Ilsa y Rick y son recurrentes las referencias, en el soundtrack, en el guión, en la fotografía y por supuesto en el título, que si bien no es una frase textual sacada de Casablanca, sí hace referencia a un par de escenas muy importantes y recordadas del drama de 1942.

La cinta no fue dirigida por Woody Allen porque según él "no sabía dirigir", aunque ya lo había hecho. Sin embargo, está basada en una obra de teatro escrita por él y que tuvo éxito previo en Broadway con la misma terna protagonista que colaboró en su adaptación a la gran pantalla: Woody Allen, Diane Keaton y Tony Roberts. Dick y Linda (Roberts y Keaton), son un matrimonio amigo de Allan que busca presentarle a varias chicas, ayudarlo a salir del hueco en el que se encuentra, pero Allan tiene tan poca confianza en sí mismo que todas sus citas resultan un fracaso.

Como tantos protagonistas de las películas de Allen (en especial los personajes interpretados por él mismo), Allan es un hombre neurótico, overthinker, inseguro, judío, un amante empedernido del cine y la música clásica, poco exitoso con las mujeres y a quien las cosas no le salen bien; su torpeza y ansiedad nos regalan escenas muy divertidas en esta hilarante comedia que, aunque no fue dirigida por Allen, utiliza varias técnicas aprovechadas por él en sus producciones futuras, como la ruptura de la cuarta pared, el cine dentro del cine, los veloces diálogos llenos de ironía, la representación de alucinaciones y diálogos mentales jugando con las luces y las sombras para delinear el momento; todo ello es muy Woody Allen, quien apenas cinco años después de esta película, obtendría el Oscar por la celebrada Annie Hall , una de las mejores comedias románticas que he visto.

Aunque no es necesario haber visto Casablanca para entender Play it again, Sam porque en la película muestran suficientes escenas para captar las referencias más importantes, sí se disfruta aún más si se conoce esa otra historia, si se sabe quién fue Humphrey Bogart y si se tiene afición por el cine clásico. También si se conoce la obra de Allen, pero si no, creo que es una buena cinta para introducirse a la filmografía del genio detrás de La rosa púrpura del Cairo, Vicky Cristina Barcelona y Medianoche en París, entre muchas otras películas y para disfrutar de un momento muchas risas.

Redactado por @cristiancaicedo


Otros posts que pueden interesarte: