Todos lo saben (Película): secretos que no lo son tanto

in #cine4 years ago

Dos de las mejores películas que he visto en los últimos años fueron escritas y dirigidas por el iraní Asghar Farhadi (El viajante y Una separación), así que cuando supe que había realizado otra producción, esta vez en español, con la participación de Javier Bardem, Penélope Cruz y el argentino Ricardo Darín, sabía que tenía que verla.

Todos lo saben es una película española de 2018 (con co-producción entre España, Francia e Italia), escrita y dirigida por Farhadi que cuenta la historia de Laura (Cruz) una mujer española que viaja con su familia desde Buenos Aires a su pueblo natal para asistir a la boda de su hermana. Su esposo Alejandro (Darín) no ha podido acompañarlos por cuestiones de trabajo y Laura llega a casa de sus familiares con su adolescente hija Irene y su pequeño Diego. La llegada de la hermana que vive en el extranjero supone una gran alegría para la familila, su padre, su madre y sus dos hermanas, una de las cuales atraviesa una separación y está criando sola a su hija. Las primeras secuencias de la cinta nos muestran a Laura reencontrándose con sus seres queridos, entre ellos Paco (Bardem), su gran amigo, con quien comparte un pasado amoroso que ha quedado atrás. O eso parece.

Sin embargo, se trata de Farhadi, aficionado a centrarse en las situaciones familiares complicadas y a revelar de a poco el drama que yace bajo la superficie. Tal como se refleja en el póster oficial de la película, la historia inicia con el reencuentro, la celebración de la boda, música, baile, cantos, la algarabía propia de una familia conocida en un pequeño pueblo español en donde todos se conocen y comparten las alegrías (y también los chismes, claro); vemos a Irene juntarse con Felipe, a Paco bailar y disfrutar la fiesta junto a su esposa Bea (Bárbara Lennie) y a los novios e invitados, beber hasta perder el equilibrio. Y entonces, todo cambia.

Tras ayudar a Irene a acostarse por estar mareada, Laura da una vuelta por la casa y al volver a ver cómo sigue su hija, encuentra la cama vacía. Bueno, no del todo, porque una serie de recortes que vimos al inicio de la cinta y que están relacionados con la desaparición de una niña en un puebo cercano, aparecen sobre la cama como una aviso, una advertencia, una explicación para lo que ha ourrido: Irene ha sido secuestrada.

Ahora bien, Fahradi no nos muestra el secuestro y los espectadores sabemos tan poco como los familiares que comienzan a hacer todo lo posible por recuperar a Irene; pero a pesar de ello, el rapto es el hecho central de la película, el que desencadena una serie de declaraciones y conflictos, principalmente entre la familia de Laura y Paco, y luego entre este último y Alejandro quien, al enterarse, vuela desde Buenos Aires para estar al lado de su esposa. Surgen confesiones y salen a la luz secretos que no eran tan secretos porque aunque no hayan sido contado antes, todos lo saben, como por ejemplo la relación que hubo entre Laura y Paco, la forma en que él obtuvo la finca que posee, la verdadera situación económica de Alejandro y muchas otras cosas que los espectadores no sospechan al inicio de la historia y que me reservo para no arruinarles las diferentes sorpresas que tiene el guión.

Todos lo saben tiene un buen guión, una buena dirección y una terna protagonista de lujo, con lo que tiene los elementos claves para ser una gran película; sin embargo, no lo es. Sí, es buena, claro y posee ese sello de Farhadi a la hora de abordar y mostrarnos las relaciones entre las personas, principalmente en un mismo grupo familiar; sorprende y se reserva información que luego suelta en el momentos menos esperados, logrando sacudir al espectador; pero a pesar de todo esto, no llega a estar al nivel de las dos producciones anteriores que vi de él, con lo que puntuaría esta cinta con un 6/10. Ahora bien, si vieron esta (se encuentra disponible en Amazon Prime Video) y les gustó, no duden en ver tambien El viajante y Una separación, dos grandes obras del cine contemporáneo.

Reseñado por @cristiancaicedo