Suscribo tu idea de agruparnos en pequeños proyectos con ideas claras y talentos dispuestos, antes que sumarnos séquitos de borregos que enriquecen a unos pocos y se contentan con migajas lanzadas a productores de contenido basura votados sin ningún criterio... Sólo haré una observación (y es cuestión de punto de vista, como bien lo dices, pero tengo que decirlo): Aunque resulta agrdable tu imagen de la comunidad hispana como la niña y los individuos con talento como los padres. La realidad es mucho más compleja que eso. Los individuos en estos espacios, llamados a cooperar, para conseguir una blockchain cada vez mejor y más justa, somos los padres, si, en tanto constructores diarios de relaciones orgánicas y contenido de calidad que fortalezcan estos espacios de relaciones libres, descentralizadas y de reorganización económica y cultural; pero también somos los hijos. Somos los hijos de esa comunidad naciente, porque ser hispanoparlante tiene una enorme carga cultural, para bien o para mal. "Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos", escribió el uruguayo Galeano, y en la construcción en común de esta comunidad naciente, traemos lo que es esta comunidad fuera de la blockchain (como bien lo señalas, en el ejemplo de los muros y las guerras). Así que la naciente comunidad hispana de steemit es la niña, si, pero al mismo tiempo, y sin contradicción, es la madre. Porque nuestro idioma, nuestro ser común, con sus virtudes y sus contradicciones, es lo que nos hermana. En resumen, nuestro rol como constructores de nuestro espacio en esta plataforma es complejo, diverso, multivariable y (sobretodo) integrador. Aplaudo tu postura, libertaria, frontal y valiante. Y doy mi voto de confianza a quienes contigo rompen con el "borreguismo ilustrado". Quedo a la orden para cuanto haga falta. Manifiesto también mi voluntad de sumarme al Talent Club, si me consideran "digno de entrar en su casa" ;-)
Saludos desde Ciudad Guayana!
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