El histórico Teatro Municipal de Santiago

in #cultura4 years ago

Fotografía de mi galería personal

Durante muchos años viví en una ciudad con una oferta cultural limitada en lo que se refiere a Teatro. El único recinto disponible para ello en mi tierra natal (había algunos otros auditorios pequeños en universidades o colegios) se concentró en la última década en servir de plataforma para comediantes nacionales, artistas y otro tipo de eventos como graduaciones y encuentros sociales. La oferta teatral se limitaba casi a El Cascanueces en Diciembre y una obra a la que quise ir y no pude llamada Vuelo, o algo así. Podríamos decir que no es una ciudad muy teatral.

En el vestíbulo

Por el contrario, Santiago de Chile tiene una oferta cultural muy amplia, dentro de la cual el teatro ocupa un lugar importante, no sólo por la cantidad de obras presentadas sino por la cantidad y belleza de los espacios dispuestos para ellas. Pero entre todos los lugares, el Teatro Municipal es el más relevante. El estilo clásico de su fachada y la disposición interior de las salas, todo ello de inspiración francesa, se debe a que el edificio fue inaugurado en 1857. ¡Tiene más de ciento cincuenta años! Para darles una idea más palpable, Beethoven tenía apenas treinta años de haber fallecido cuando se inauguró el Teatro Municipal de Santiago; por eso, en su interior se respira no sólo la larga tradición de los espectáculos presentados (óperas, ballets, conciertos clásicos) sino también la del edificio y de todos los grandes maestros, compositores, actores y bailarines que han desfilado por sus tablas en más de siglo y medio de historia.

La lámpara central
Detalle en los palcos

El vestíbulo es hermoso, con su suelo ajedrezado y las esculturas grecorromanas a los lados. Allí se encuentra el acceso central a la platea de la sala principal. Al entrar, destacan la lámpara central, colgada en lo más alto de los cinco niveles del interior, y los ornamentos y esculturas en las columnas de los palcos. Desde cualquier punto al que se tenga acceso se tiene buena visibilidad del telón y la tarima, pero obviamente, la mejor vista es justo al centro. Desde allí, luce algo así:

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Sin embargo, el majestuoso edificio que vemos desde la calle es mucho más que esta hermosa sala central. También cuenta con otros espacios, como un café, una tienda de souvenirs y otras salas para algunos espectáculos menos concurridos, como los conciertos de cámara. Así que la oferta cultural del Teatro Municipal abarca óperas, obras de teatro, ballets, conciertos de música clásica, conciertos de cámara, pianistas, guitarristas y algunas obras y ballets adaptados para los más pequeños.

Cartel en el exterior
El café
El vestíbulo
El techo
La tarima

Como nunca había ido a una ópera, Viaje al centro de la Ópera me pareció el espectáculo ideal para conocer no sólo ese género sin también el Teatro Municipal. Fue un mágico viaje por lo mejor de la ópera universal (animado por Verónica Villarroel, en compañía de Rene Naranjo); actores, actrices, la orquesta y el coro me pasearon por fragmentos de Don Pasquale de Gaetano Donizetti, Macbeth y La Traviata, ambas de Verdi; Puccini, Mascagni y hasta Carmen de Bizet, formaron parte de la función en la cual algunos números contaron con una escenografía moderna, probando lo atemporal de la ópera.

Música de Cámara

Otras tres veces volví al Municipal. Asistí a un concierto clásico: La Novena Sinfonía de Beethoven, famosa por incluir el Himno a la alegría del poeta germano Friedrich Schiller. Antes de eso, presencié, la noche antes del estreno, el ensayo general (con escenografía, vestido y orquesta) del ballet La casa de los espíritus, adaptación de la célebre novela de la escritora chilena Isabel Allende. Una semana después acudí, en mi última visita hasta ahora, al concierto de cámara Entre Dresde y Viena, en el cual pude disfrutar de virtuosos músicos europeos interpretando una sonata de Beethoven y un cuarteto de Friedrich Dotzauer, una rareza en la oferta cultural contemporánea.
A las cuatro gratas y variadas experiencias que he tenido asistiendo al Municipal, sumemos el hecho de que irónicamente aún me falta acudir a una obra de teatro propiamente dicha y de que la oferta para este año incluye El cascanueces, El lago de los cisnes, La flauta mágica, West Side Story y conciertos de Brahms, Mahler, Beethoven, entre otros espectáculos, lo que sin duda significa que volveré a cruzar el umbral del Teatro Municipal de Santiago para tener más y más encuentros con lo mejor de la cultura del mundo.

Reseñado por @cristiancaicedo

Todas las fotografías fueron tomadas por mí con mi teléfono móvil (Samsung A10)


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