CONFINAMIENTO/Relato en tiempo de pandemia.

in #gem4 years ago (edited)


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Desde el pequeño balcón de su apartamento alcanzaba a ver un trozo de la ciudad, una desolada y silenciosa ciudad, como si todos se hubieran visto en la necesidad de encerrarse en su propio mundo o de huir de sus miedos, sus lamentos, sus traumas.


Mientras afuera un virus amenazaba al mundo entero; ella encerrada en esas cuatro paredes se enfrentaba a su caos particular; eso del distanciamiento físico y social le venía muy bien, nunca le intereso mucho dar abrazos, apretones de manos o besos o estar muy cerca de nadie por mucho tiempo; el quedarse en casa el mayor tiempo posible tampoco le molestaba, al contrario, se sentía segura, tranquila y hasta aliviada y el tener que cubrirse el rostro si tenía la imperiosa necesidad de salir, le causaba una extraña sensación de tranquilidad, pero no porque se protegiera del tal virus, sino porque pasaba de incógnito ante el resto… Así que por raro que sonará se sentía cómoda con la situación.

Estaba perdiendo de a poco la noción del tiempo, no sabía si era de noche, día, la hora o el mes; casi no comía, ni dormía y lentamente se alejaba de su realidad; la convivencia consigo misma se le hacía cada vez más difícil; su yo del pasado apostaba por robarle todo el espacio a su yo actual y se encontraban en una constante batalla entre abandonarse por completo o llegar a una tregua entre ambos. Temía perderse totalmente, volver tan atrás que ya no consiguiera el camino de retorno…

No le preocupaba contagiarse, morir; no, no era eso... Le aterraba borrarse, diluirse; sí, la sensación de desaparecer, de dejar de ser, de desvanecerse en ese apartamento, como si nunca hubiese estado o existido. Años de terapia, consultas y medicamentos se perdían en solo unos pocos días y por causas ajenas a ella; no era una excusa, era una realidad latente y mundial, así que en cualquier lugar donde se encontrase iba a suceder, no le podían culpar por lo que estaba pasando.

¿Y si nadie; ni los pocos conocidos o afectos, notaban su ausencia? ¿Y si no hiciera falta a nadie su presencia? ¿Y si su voz se apagaba? ¿Y si de de tanto llevar el rostro cubierto ya no se reconociera? ¿Y si se transfiguraba? No quería verse al espejo por miedo a lo que pudiera ver, no quería saber en qué o quién se había convertido en estos días o meses, sentía de pronto un verdadero pánico por la sensación de ser borrada, de desvanecerse en ese confinamiento que ya no le caía tan bien como al principio.

No era el virus, ni la pandemia lo que estaba acabando con su vida, era ella. Afuera luchaban por protegerse del contagio, mientras ella en su confinamiento luchaba consigo misma por preservarse; afuera un virus amenazaba al mundo entero; pero ella se enfrentaba sola a su propio caos.

Asomada en el balcón veía con angustia aquel fragmento de ciudad, tan oscura y desolada como ella y continuaba su pelea…

@oscarina

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Escribiste mal la etiqueta: es gems.

la escasa vista y la atencion dispersa pasan factura @josemalavem gracias como siempre por tus comentarios y observaciones

que buen relato lo disfrute mucho gracias por tu aporte

Me alegra que hayas disfrutado su lectura @elaleman, esa es la idea, hacerles pasar un rato agradable, de sano esparcimiento, y si además dejó algo para reflexionar, me doy por satisfecha, saludos...