A veces me da la impresión que los recuerdos cobran vida, como si de pronto una misma escena ocurrida hace muchos años se hiciera de nuevo realidad.
Esto me ocurre con más frecuencia desde que soy abuelo. Ver a mis nietas me remonta a otros momentos donde estuve en situaciones similares con cada uno de mis hijos, a veces siento como si se tratara de una actualización de lo vivido, pero con otros personajes.
Esas sensaciones siempre me hacen pensar en la vieja idea del tiempo circular, donde todos viviríamos en una especie de realidad continua y de eternas repeticiones, por lo que en general habría muy pocas cosas nuevas.
Hace pocos días mi hijo me mandó un video de mi tercera nieta participando en un concurso de talentos de su escuela. La niña tiene nueve años y lleva dos estudiando violín, hizo una ejecución bastante aceptable. Todavía es muy pronto para aventurar pronósticos, pero tal como la escuché me atrevo a decir que puede llegar lejos con el instrumento.
Mientras veía el video me llegaron a la mente las imágenes de mis hijos.
A la edad de mi nieta yo también los había llevado a la escuela de música. Más de una vez, tal como ahora hicieron con la niña, mi esposa se encargó de prepararles un traje especial para alguna competición escolar. El de mi nieta tiene una franja con los colores de nuestra bandera, la venezolana, porque debía ejecutar una pieza de un autor nacional.
Al terminar el video me fijé mucho en la cara de mi nieta. Tratando de encontrar en ella las emociones del momento. La niña se veía asombrada y alegre, como si hubiese estado esperando el desenlace de la prueba. No pude observar en ella ninguna cara de pesadez o malestar que me indicara que estaba tocando por obligación o para complacer a sus padres.
Cuando mis hijos mayores estaban pequeños no se acusaba a los padres de querer proyectar en los hijos sus sueños e ilusiones, sencillamente cada quien hacía lo que consideraba mejor.
A mí me parecía, por ejemplo, que era importante iniciarlos en actividades artísticas y deportivas. Y cuando estaban pequeños yo decidía por ellos, más adelante, en la adolescencia ya ellos tomaron otras decisiones…
Solo uno mantuvo el interés por la guitarra y se dedica a tocarla de modo profesional, con ello no solo completa parte de sus ingresos, sino que tiene un refugio donde ir cuando su ánimo está en problemas.
Los otros tres decidieron mantener la música como hobby y le prestan más atención a las actividades deportivas. Pero para los dos mayores, que son los que me han dado nietas, sigue siendo importante que las niñas tengan la experiencia de estudiar música, y se ocupan de llevarlas a que aprendan el instrumento, las apoyan y le dan motivación para que continúen adelante…
Ahora yo también conozco algo de las nuevas corrientes psicológicas y tomo en cuenta eso de la proyección de nuestros sueños en los demás. Cada vez que hablo con mis hijos les digo que traten de no presionar a las niñas de más, que cada niña tiene su ritmo de aprendizaje y que deben respetarlo. Ellos están muy claros en el asunto y tratan de encontrar el equilibrio.
Y mientras doy esos consejos a mis hijos me llega de nuevo la imagen de que eso lo he vivido antes. Vuelve a mi mente la referencia al tiempo circular.
Recuerdo que cuando tenía a mis hijos pequeños mi madre siempre me advertía que no fuese severo con los muchachos, me insistía en que cada uno era distinto del otro y, por lo tanto, que cada uno tenía su manera de hacer las cosas…
Mi madre no conocía nada de psicología, ni había hecho estudios sobre crianza ni nada por el estilo. Sencillamente tenía la sabiduría que le había dado la vida. Y tenía la intuición de que los ritmos de las personas son distintos, unos son más rápidos y otros más lentos…Seguramente que otras madres antes que ella también pensaban en esas cosas.
Hace algún tiempo atrás no pensaba tanto en esos asuntos, quizá porque andaba muy enfocado en resolver problemas del día a día. Pero ahora mi mente se va con mucha facilidad hacia estos temas más metafísicos. No sé si tenga algo que ver con eso que llaman madurez, y que al parecer llega solamente con el paso de los años…
Gracias por tu tiempo.
Imagen editada en Canva.
Sometimes I have the impression that memories come to life, as if suddenly the same scene that happened many years ago becomes real again.
This happens to me more frequently since I became a grandfather. Seeing my granddaughters takes me back to other moments where I was in similar situations with each of my children, sometimes I feel as if it were an update of what I lived, but with other characters.
These sensations always make me think of the old idea of circular time, where we would all live in a kind of continuous reality of eternal repetition, so that in general there would be very few new things.
A few days ago my son sent me a video of my third granddaughter participating in a talent show at her school. The girl is nine years old and has been studying violin for two years, she did a quite acceptable performance. It is still too early to make any predictions, but as I heard her, I dare to say that she can go far with the instrument.
As I watched the video, images of my children came to mind.
At my granddaughter's age I had also taken them to music school. More than once, just as they did now with the little girl, my wife took it upon herself to prepare a special costume for them for some school competition. My granddaughter's costume has a stripe with the colors of our flag, the Venezuelan flag, because she had to perform a piece by a national composer.
At the end of the video I looked at my granddaughter's face. Trying to find in her the emotions of the moment. The girl looked astonished and happy, as if she had been waiting for the outcome of the test. I could not observe in her any look of heaviness or discomfort that would indicate to me that she was playing out of obligation or to please her parents.
When my older children were young, parents were not accused of wanting to project their dreams and illusions onto their children; everyone simply did what they thought was best.
It seemed to me, for example, that it was important to initiate them in artistic and sports activities. And when they were young I decided for them, later, in adolescence, they made other decisions....
Only one of them kept his interest in the guitar and plays it professionally, which not only completes part of his income, but also gives him a refuge to go to when his mood is in trouble.
The other three decided to keep music as a hobby and pay more attention to sports activities. But for the two eldest, who are the that have given me granddaughters, it is still important that the girls have the experience of studying music, and they take care of taking them to learn the instrument, they support them and give them motivation to continue...
Now I also know something of the new psychological currents and I take into account the projection of our dreams on others. Every time I talk to my sons I tell them to try not to put too much pressure on the girls, that each girl has her own learning pace and that they should respect it. They are very clear on the matter and try to find the balance.
And as I give this advice to my children, the image comes back to me that I have experienced this before. The reference to circular time comes back to my mind.
I remember when I had my young children my mother always warned me not to be severe with the boys, she insisted that each one was different from the other and, therefore, that each one had his own way of doing things...
My mother knew nothing about psychology, nor had she studied parenting or anything like that. She simply had the wisdom that life had given her. And she had the intuition that people's rhythms are different, some are faster and others are slower... Surely other mothers before her also thought about these things.
Some time ago I didn't think so much about these issues, maybe because I was very focused on solving day-to-day problems. But now my mind wanders very easily to these more metaphysical topics. I don't know if it has something to do with that thing they call maturity, which apparently only comes with the passing of the years...
Thanks for your time.
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Esos son los recuerdos que nos mantienen vivos y con el ferviente deseo de seguir montados en nuestra nave espacial, mientras desde nuestro nicho, ver a las nuevas generaciones prepararse para que pronto sean ellos quienes tomen el control.
Vivir esa experiencia es haber logrado todo en la vida. Un abrazo en la lejanía, qué bonito sería si compartiera el video. Bendiciones mi estimado @irvinc.
Esas son las vivencias que nos alimentan el espíritu y nos dan fuerza en momentos de dificultades. Que los hijos traten de criar a las nietas como personas de bien es algo que da mucha satisfacción. Muchas gracias por pasar y comentar estimado @amigoponc, aprecio tus bendiciones. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Estimado amigo, @irvinc, su narrativa es valiosa por su fuerza metafísica circular.
Me emociona que tú descendencia patrimonial ancestral está en flujo artistico familiar.
Muchas gracias por tus generosas palabras estimado @hiramdo. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Yo sí creo que con los años nos hacemos más sabios o tal vez como dices es que tenemos más tiempo de pensar las cosas de una forma más pausada.
Cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y pienso que no se deben presionar pero tampoco está mal querer que aprendan una actividad como la música. Tal vez no serán músicos, tal vez sí. Pero la música incluso como hobby es una gran compañera . Mi hijo estudió violin cuando era niño. Cuando estaba en 5to grado quiso dejarlo y salirse de la orquesta. Ya está en la universidad pero recuerdo que hace un par de años me dijo que mirando atrás le habría gustado no haber dejado el violín tan pronto y aunque es evidente que no habría sido músico porque no tenía el talento para ello, el haber estudiado música le dejó no sólo vivencias sino también cualidades aprendidas valiosas para otros ámbitos.
Felicidades por tu nieta y bendita sea la tecnología que permite compartir esos momentos aunque uno esté en la distancia. Saludos!
Mi hijo mayor, el padre de esta niña, tenía muchas condiciones para la guitarra. Pero cuando llegó a la Universidad el tiempo no le alcanzaba. Luego empezó a trabajar, se casó, vinieron las niñas y dejó el instrumento para tocarlo a ratos. Lo importante es que siempre va a tener la oportunidad de distraerse con eso. Aprender a tocar un instrumento te da momentos de felicidad en todas las épocas de la vida.
Muchas gracias por pasar, por tus generosas palabras y por el apoyo. Que estés bien estimada @coquicoin. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Hello @irvinc
This is @coquicoin and I'm part of the Silver Bloggers’ Community Team.
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Thank you so much.
A veces tambien tengo esa sensación, al igual que los sueños como si los hbiese vivido antes. Amigo @irvinc tienes razón en aconsejar atus hijos a no presionar asus hijos. Esto es importante paraq ue desarrollen su creatividad y encuetren su lugar y zona de confort.
Un abrazo en la distancia.