Al igual que tu me enamoré de este juego en mi niñez. También me asombré con sus cinemáticas, lo difícil del juego no me causaba frustración sino que me motivaba a seguir jugando, lo veía como todo un desafío, un reto que debía completar.
También jugué el Ninja Gaiden II, pero nunca he jugado los modernos. Pensadolo bien sería bueno probarlos.
Gran reseña y qué buenos recuerdos desbloqueados.
