Confieso que soy más espiritual que religiosa, se que ambas cosas tienen un cruce de caminos, realmente me siento cómoda auto denominándome espiritual, no sólo observante de una religión. Sin embargo después de muchos años y llevada por un evento reciente, me atrevo a hacer este escrito.
Fuente
Era el año 2005, mi mama había entrado a quirófano a una operación relativamente sencilla de vesícula biliar por laparoscopia, sucedió un accidente involuntario al momento de la extracción del tubo endotraqueal después de la intervención y fue rozada su glotis en ese instante, lo cual condujo que no pudiese respirar y terminaron haciéndole una traqueotomía para salvarle la vida, fue ingresada en UCI. Nos esperaba un larga noche en el pasillo de la clínica que llevaba a la unidad de cuidados intensivos, el llanto no me permitía orar, o percatarme de quienes estaban a mi alrededor, se encontraban además de mi grupo familiar algunos otros acompañantes de pacientes también ingresados.
Serian cercanas las 3 am se sentó a mi lado una señora relativamente joven, me colocó su mano en el hombro preguntándome si estaba más calmada, tenía un pequeño libro en sus manos y me dijo que me hacia un regalo. Dentro de abatimiento logré leer el titulo del texto se llamaba: La Oración de Jabes, léela y siéntela dijo casi a mi oído, la dama se levantó y no volví a verla: comencé a leer la oración: ¡Oh, sí me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si Tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!. Leí aquella oración cientos de veces, en ocasiones la leía mi mente y en otras mi alma angustiada, hasta que la convertí en un mantra, la paz se fue apoderando de mi, al amanecer mi hermano medico se acerco diciéndome: mami está fuera de peligro, vamos a entrar a verla.
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Imagen de mi propiedad.
Al pasar los días me enteré en la clínica que la señora del libro acostumbra a obsequiar con regularidad a familiares con pacientes en UCI el ejemplar, además que en algunas ocasiones ha realizado un cartel con la oración y lo pega en paredes para ser leída por los pacientes. Hasta dónde puede llegar la solidaridad humana, bendita sea. ¿Fe? ¿Religión? ¿Casualidad? ¿Ciencia?...no lo sé ciertamente, narro los hechos para que de tu propia perspectiva obtengas tus conclusiones…para mi espiritualidad en contacto directo con el ser supremo…gracias por leer, sino conocías la Oración de Jabes, allí te la dejo…para mí fue un milagroso regalo.
Imagen de mi propiedad.