Volver a casa
Siempre es reconfortante viajar, para mí significa la placidez de la vida y me gusta ir por los caminos en calma sin apuros. Disfruto de todo lo que veo en detalle son muchas cosas, cada carro que va delante de mí, los que pasan a tu lado y cuanta gente llevan si se permite apreciar, puede estar la vía sola, soleada o lluviosa depende de la época observarás verdes paisajes o secos horizontes.
En esta ocasión agarré carretera con mi equipo favorito de viaje, mi familia que son mis dos hijas y mi esposo así pues emprendimos camino a mi Guárico querido, a mi pueblo a mis raíces, de donde soy y viví mi niñez, al corazón de Venezuela, a mi casa que es la casa de mis viejos en Paso Real de Macaira. Desde Barcelona estado Anzoátegui hay una distancia de 3 horas de viaje y pudiera ser menos si la carretera no estuviera en tan mal estado para transitar.
En fin, dos años sin visitarlo en principio porque llego la pandemia y segundo otros problemas resultado de la situación país como la falta de gasolina. Pero llego el día y yo más contenta que muchacho con juguete nuevo empaquete todo lo necesario y nos fuimos a eso de las 7:30 de la mañana para que no nos agarrara la lluvia, en la vía toda la vegetación estaba verde, hermosa y aunque no lo crean no tome muchas fotos porque andaba embelesada con la emoción que cargaba. En el recorrido se pasa por muchos pueblos, primero los de Anzoátegui como Piritu, Puerto Piritu, Clarines, Campanario, Valle Guanape, el Valle después allí entras al estado Guárico y es en ese instante cuando la emoción ya no me cabe en el pecho pasando por San José de Guaribe, Arenita para finalmente llegar a Paso Real nuestro destino final.
Es común en esa vía, ver pasar a personas montando caballo y a los lados muchos sembradíos especialmente de maíz por ser su época de cosecha, también muchas vacas en esos potreros, cochinos y ovejos. Es invierno está lloviendo bastante y por eso el pasto está disponible en abundancia para su alimentación al igual que las lagunas ful de agua.
Cuando ya vamos llegando al pueblo siempre mi esposo dice miren allí está la antena, es la de CANTV que por su altura a lo lejos ya se ve, para mí es inevitable sentir una opresión en el pecho y ganas de llorar cargada de una dicha, una inmensa felicidad que con palabras no puedo explicar, simplemente no olvido quien soy, de donde vengo de mi terruño, soy guariqueña y lo llevo en mi sangre. La brisa rosa mi rostro y huele a tierra a un olor particular que es solo de allí, la amabilidad de la gente donde todos se dicen “primos” sin serlo.
Llegamos y está la plaza igualita, está la iglesia, la escuelita, el dispensario y la prefectura, ah y la policía todo allí como quien dice en el centro del pueblo. Algo particular que me pasa es que todo lo veo chiquito y de niña esa mi escuela era inmensa para mí, así como la iglesia, claro todo sigue igual quien creció fui yo. Entonces así fue como el miércoles 18 de agosto del 2021 regrese a casa.
Flores silvestres el jardín de la casa de mi mamá.
En la entrada estaban mis papás y mi sobrina esperándonos, había emoción de parte y parte, derroche de felicidad en ese lugar ese día, que llamo mi felicidad plena. Mis hijas vieron a sus abuelos y yo a mis viejos, abrazos saludos, alegría una orquesta pues que sonaba en ese instante en esa casa, los vecinos también saludan porque ven que llego gente (así dicen ellos).
Despertar en el llano indudablemente es distinto a la ciudad, allí amanece temprano y oscurece también, las comidas son a la misma hora, las rutinas y costumbres de mis padres son únicas y nada ha cambiado. Ese aroma a café recién colado antes de las seis de la mañana, se escuchan los gallos por supuesto y otro sin fin de animales, barren el patio, llega el agua, montan las arepas, pasan personas por la calle y todos saludan, yo bueno disfruto todo eso y me levanto también porque para que dormir tanto si no me quiero perder de nada.
 |  |
|---|
Queso de mano.
Los vecinos llegan con regalos como guanábana, mango, parchita, mamón, leche de vaca, guayaba y todo para los que llegaron y es que allá la gente es así de contenta y comparten sus cosechas que son de sus propios patios. Tal vez muchos no logran ver donde encuentro yo tanta felicidad en mi relato porque no estaba en Disney ni en los Roques, pero este es mi sentir y siempre voy a querer volver a este lugar que atesoro en mi corazón.
Mis hijas son felices allí, desde pequeñas les hablé del amor por la familia, quienes somos y aceptar de donde venimos. Aparte que allá son muy consentidas por esos abuelos, aman increíblemente comer cachapas, desayunar en el patio y nunca se quieren ir de allí, por lo que el regreso no es su momento favorito.
Desayunando en el patio.
Maíz tierno recién cosechado para hacer las cachapas.
Almuerzo.
Espero volver pronto a mi Guárico lindo y querido, siempre es bueno volver a casa.
Todas las fotos son de mi propiedad tomada con mi celular Samsung
Que hermosa publicaciòn. En ella se respira, leyendo cada palabra, el amor por la familia. Nada màs hermoso que siempre regresar a nuestras raìces, en este caso, al hogar de donde salimos a formar la nuestra. Gracias por compartir tu felicidad y ese sentimiento familiar que siempre alegra el corazòn y que tan bonito disfrutas. Un abrazo y mi aprecio!
@marybellrg Hola que gusto saludarla, Imagine cuantas cosas pudiera decir, pero lo que siento es tan emocionante que siempre me faltaran palabras y letras para escribirlo. Ese es mi amor por mi pueblo, yo de verdad para nada reniego quien soy y de donde vengo. Mi rincón favorito en el mundo, donde siempre quiero volver.
Que bonito lugar y lo mejor para disfrutar en familia. @layac13