Tu lejanía agobia mis días, mis noches siguen siendo frías me hace falta tu compañía… ¡¿Acaso es un castigo del destino alejarte de mi lado?! Si no me hubieras hablado, nada de esto estuviera pasando.
A solo unos meses creció lo más hermoso del planeta, un sentimiento incierto pero cuando abro los ojos noto que no es un sueño. Duele enamorarme, quizás ilusionarme demasiado. Pero cada plática a distancia que tenemos a diario, se está convirtiendo en un hábito. Y cuando dejas de hablarme por un instante… se arruga mi corazón porque te extraño. Es extraño, todo va a un ritmo acelerado… como los latidos de mi corazón cuando escucho tu voz.
Sea fantasía o sea realidad no quiero terminar esta historia… porque en cada capítulo que escribo en ella, sigues en mi corazón.