Lo "normal" es que agradezcamos por todas las cosas buenas que nos ocurren, pero en esta oportunidad quiero agradecer las desventuras que me obsequió el año 2021.
Seguramente, en diferentes ocasiones sale a relucir la pregunta del por qué ocurre tal cosa, pues parece injusto enfrentar el quiebre en repetidas situaciones, en un año, por ejemplo. Situaciones, que convierten a la depresión y ansiedad en los vecinos que no dejan de hacer ruido, que cuando crees que ya puedes tener paz, te encienden la música al máximo y retumban todas las paredes. Pero, las cosas pasan porque es el momento justo para enfrentarlas y aprender cómo hacerlo, para transformarnos, para reconstruir nuestra vida.
Después de estar recibiendo los trapitos sucios, lo echadito a perder, terminamos agobiados, porque todo lo que se sobrecarga termina colapsando. Y a veces, distraídos entre tanta tormenta no llegamos a apreciar las riquezas que nos rodean, ni lo que vive en nosotros mismos, y terminamos siendo arrastrados por las quejas y el "pobre de mí".
Nunca es tarde para reflexionar. Salir de un periodo de pérdidas, de decepciones, pero también un periodo con la dicha del reconocimiento, de despertar, de agradecimiento. Los mejores maestros están en la batalla, donde puedes percibir de qué eres capaz, qué tienes y qué ganaste. De los peores momentos aprendemos, crecemos y podemos cambiar o ratificar nuestra perspectiva de vida.
Agradezco la fortaleza ganada para las nuevas oportunidades; aunque haya empezado llorando con Spider-man: No way home, jaja, pero es necesario entender que esa fragilidad no es debilidad, es poder empático con otras historias, es saber que ser capaz de sentir es válido y no hay mayor valentía que aceptar lo que ocurre en nuestro ser.
No temas al cambio, a veces es necesario rectificar y/o ratificar nuestro ser y propósito. No temas a errar, ni te autocastigues, agradece la experiencia, con ella podrás nutrir tu mejor versión, esa que está en formación.
The "normal" thing to do is to be thankful for all the good things that happen to us, but in this opportunity I want to be thankful for the misfortunes that the year 2021 gave me.
Surely, in different occasions the question of why such a thing happens comes up, because it seems unfair to face the break in repeated situations, in a year, for example. Situations that turn depression and anxiety into neighbors that do not stop making noise, that when you think you can have peace, they turn on the music to the maximum and all the walls rumble. But, things happen because it is the right time to face them and learn how to do it, to transform ourselves, to rebuild our lives.
After receiving the dirty laundry, we end up overwhelmed, because everything that is overloaded ends up collapsing. And sometimes, distracted by so much storm, we do not appreciate the riches that surround us, nor what lives in us, and we end up being dragged down by complaints and the "poor me".
It is never too late to reflect. To come out of a period of losses, of disappointments, but also a period with the joy of recognition, of awakening, of gratitude. The best teachers are in the battle, where you can perceive what you are capable of, what you have and what you have won. From the worst moments we learn, we grow and we can change or ratify our perspective of life.
I am grateful for the strength gained for new opportunities; although I started crying with Spider-man: No way home, haha, but it is necessary to understand that this fragility is not weakness, it is empathic power with other stories, it is knowing that being able to feel is valid and there is no greater courage than accepting what happens in our being.
Do not be afraid of change, sometimes it is necessary to rectify and/or ratify our being and purpose. Do not be afraid to make mistakes, do not punish yourself, be grateful for the experience, with it you will be able to nurture your best version, that which is in formation.
Gracias por permitirme ser parte de tu presente.
Thank you for allowing me to be part of your present.
Excelente si debemos tener el don de filtrar las cosas malas y sacar lo bueno.
Las vivencias negativas nos sacan de la zona de confort, por eso es más difícil aceptarlas, pero realmente suman mucho tras todas las pruebas que enfrentamos, tanto personales como con el entorno.
La raíz de la felicidad empieza por ser capaz de confrontar las cosas. Bonito post!
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