La Memoria Sensorial o Emotiva en la Actuación

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Obra Secuestro Rosa, actores: Jorge Figueroa, Kasanny Castro y Graciela Küper

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La memoria emocional o emotiva la que creó el gran maestro Konstantín Serguéievich Stanislavski, (1863-1938), actor, director y autor ruso, nacido en Moscú, fue quien desarticuló el estilo de actuación grandilocuente que imperaba en su época.

A una noción completamente idealista sobre la actuación, vinculada a conceptos escasamente objetivos como el talento, la intuición, el genio o la inspiración; opuso un elevado profesionalismo en el actor, basado en un método que le permitiría encontrar al actor estados emocionales auténticos y dejar de depender de la aparición azarosa de los mismos.

Hasta ese momento, los manuales de actuación se limitaban a describir los rasgos externos aconsejables para la manifestación de los diversos estados de ánimo, se le ofrecía al actor una lista completa de recursos para representar la alegría, el dolor, la pena o la bondad, lo que conducía al cliché y a una actuación mecánica. A este tipo de actuación, Stanislavski opone una actuación orgánica, basada en la verdad escénica.

El actor no debe aparentar en el escenario, sino existir de verdad, vivir la escena; es decir: sentir, pensar y comportarse sinceramente en las circunstancias de la ficción. Stanislavski elevó al actor a la categoría de creador y esta fue su gran misión. Fue consciente de que para llevar a cabo su empresa debía recurrir a saberes científicos ajenos a lo teatral. Por eso se acercó a la fisiología, a la historia y a la psicología, que podían ayudarle a comprender la conducta humana.

El escaso desarrollo de las mismas le impidió profundizar y afirmar sus descubrimientos con una base científica más sólida; pero su genial intuición, su vasta experiencia como actor, director y pedagogo y la observación y análisis de la metodología utilizada por los grandes actores de la época, le permitieron recorrer el camino hacia la elaboración del sistema.

Un camino plagado de dudas y contradicciones, que lo obligaron a revisar constantemente sus postulados y que incluso, permiten hablar de por lo menos dos momentos muy marcados en sus investigaciones.

En la primera etapa elabora sus conceptos fundamentales: relajación, concentración, atención, sí mágico y circunstancias dadas, imaginación, memoria emotiva, fe y sentido de la verdad; en la segunda etapa elabora el llamado método de las acciones físicas. Pero es en el desarrollo de la memoria emotiva de la primera etapa de Stanislavski en la que voy a detenerme.

Sin duda, este es el tema más polémico del sistema y el que más discusiones ha desatado. En la actualidad, encontramos fervorosos defensores y a apasionados detractores de la misma. En este aspecto, Stanislavski se apoya en las teorías del francés Ribot de principios del siglo XX.

Este había planteado que a veces reaparecían los recuerdos, con sentimientos incluidos, y a eso lo había llamado memoria afectiva. El maestro ruso, preocupado por encontrar una vía para la aparición de estados emocionales, planteaba al actor trabajar sobre recuerdos personales, y luego mecanizarlo, para que por medio de estímulos, el actor pudiese conectarse con las imágenes del pasado y apareciese así el estado emocional en el escenario.

Así como existe una memoria sensorial, sensaciones captadas por los cinco sentidos (aromas, sabores, texturas, colores, etc.), también existe una memoria de las emociones, de hecho, muchas veces la memoria sensorial evoca a la memoria afectiva.

El actor entonces debe buscar en su pasado personal una situación análoga a la que vive el personaje en la ficción, revivir esa situación y, una vez encontrado el sentimiento, traer la emoción a la escena. Stanislavski parte de la premisa de que el actor nunca debe dejar de ser el mismo en escena "Nunca se pierdan a sí mismos en escena.

Actúen siempre dentro de su personalidad propia, como artistas. No pueden nunca escaparse sí mismos. El momento en el que el actor se pierde, marca el dejar de vivir verdaderamente su papel para caer en la actuación falsa y exagerada. El actor debe ponerse en el lugar de la persona que interpreta y actuar del modo que esa persona lo haría. Si las circunstancias fueran las de la obra, si viviese en esa época, en esa familia, si tuviese tales hábitos y tales relaciones: ¿Qué haría yo?, y a partir de allí encontrar estímulos sensoriales que lo lleven a revivir situaciones que propicien el surgimiento de sentimientos análogos a los de su personaje.

Stanislavski realizó una profunda investigación sobre la actuación, llevándola desde lo cliché a lo natural, donde expuso al actor a reactivar su memoria sensorial y afectiva para revivir momentos, situaciones de vida, y luego llevar esa experiencia de vida a lo ficcional. Es allí cuando podría decirse que comienza a establecerse una actuación más natural, más creíble y verosímil.

Investigación sacada de mi Tesis de Grado, "El actor de teatro frente a las Cámaras" UNEARTE 2018

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Video Spot Publicitario, Foto Daniel Ramírez


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