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Es un placer estar entre ustedes queridos y apreciados amigos. Es realmente emocionante para mí el hecho de participar por primera vez en un concurso de Literatura. Soy profesor de Matemáticas pero creo desenvolverme muy bien en este campo de escribir porque desde muy joven escribo poesías y cuentos sencillos para los estudiantes según sea el contexto. Modestamente soy un humilde servidor como todos ustedes los que aquí están participando. Entiendo y sé que me encontraré con grandes e interesantes historias hechas por personas que tienen un talento muchas veces envidiable.
Escribir relatos es un arte un poco complejo o muy complejo porque tenemos que sintetizar mucho la idea que vamos a elaborar con nuestra creatividad intelectual a nivel de Literatura.
No crean que soy un experto por eso me inclino a muchos de ustedes que ya han recorrido bastante para mostrar su legado con un buen acabado en sus líneas para sorprender a grandes y pequeños. Sin más preámbulo, aquí les presento mi humilde composición. Suerte para todos.
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EL TINAJÓN
Autoría de José Pulido
Se abría una puerta en la oscuridad de la noche. En el silencio sepulcral se alcanzaban pisadas escuchar. Un aire frío y tenebroso fluía entre las cortinas de aquél lugar misterioso. Quien sea que fuera estaba muy asustado buscando escapar del terror que se apoderaba cada vez más de él.
Sus brazos y manos como sonámbulos se extendían para alcanzar tocar una señal que le permitiera descubrir que no estaba solo y que su estado mental aterrorizara el reposo que había perdido sorpresivamente.
De pronto alcanzó tocar algo. Lleno de miedo quiso gritar pero todo fue en vano. Su corazón latía más fuerte y sus piernas temblaban sin poder dar un paso más. Una de sus manos como pudo alcanzó apoyarse de un árbol de Apamate donde se encontraba sobre una robusta horqueta de madera, un Tinajón y de su lado colgaba una Totuma.
En su torpeza dejó caer la Totuma que había tomado en sus manos y rastreándola con sus pies pudo dar con ella. Como pudo se agachó y la tomó nuevamente, lo que provocó un quejido de dolor al intentar ponerse derecho. Apoyándose nuevamente del Apamate reposó unos segundos para pasar la dolencia. En seguida le quitó la tapa al Tinajón, introdujo la Totuma, la llenó de agua y en varios sorbos se la tomó con tal calma que no derramó ni una gota.
La anciana sólo se levantó de su lecho muy tarde de la noche para tomar agua.
La vida en soledad de la mujer en su elevada edad es dura pero siempre con las fuerzas suficiente para no rendirse.
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Gracias por Visitar Mi Blog
Muchas gracias por su participación. Este relato me recuerda la época de antaño, de hecho en mi casa materna hay tinajas que se siguen usando para conservar fresca el agua.
La sugerencia principal, para que se nos facilite el trabajo de curaduría, es que al usar imágenes sean de dominio público y que así lo expresen las mismas.
Es decir, con eso ya estoy fuera de curación. ? Siempre procuro subir imágenes propias porque generalmente la originalidad de las imágenes creadas son las exigidas por muchas comunidades. Lo tendré pendiente para otra oportunidad. Muchas gracias...
Si reedito para colocar la razón y fuente de la imagen, ¿le parece?
Puede buscar una imagen de dominio público y cambiarla.
Maravilloso ejemplo de una mujer guerrera de esas que no se doblegan ni con el inclemente pasar de los años. Recordé con tu relato a la bisabuela paterna de mis hijos que era una mujer de campo, murió a los noventa y tantos años. Todavía unos pocos años antes de morir, ella solita atendía su conuco, a sus animales, se trepaba en árboles para alcanzar algunas frutas, y los hijos la regañaban por eso, le decían que ya estaba muy vieja para esas cosas, y la señora les respondía: A mí no me llamen vieja, soy más fuerte que todos ustedes. Y mentira no era, murió cuando la trasladaron a vivir en un apartamento con un familiar, se podría decir que de soledad e inactividad porque ése no era su mundo. ¡¡Me encantó tu relato y la moraleja!! ¡¡Felicidades y éxitos amigo!!