ESPAÑOL

LA CASA DE LAS MÁSCARAS

Las expresiones pueden ser capturadas, ya sea en retratos complejos compuestos por el ojo y la destreza humana, o por su ingenio, creando artificios que le permitan atrapar estos momentos de manera instantánea. Existen otros métodos que, desapercibidos de la concepción de lo común arraigada en la sociedad, son usados por los más insólitos y hábiles artistas.

Ese día cuando visité a Marco, entendí que había diferentes maneras de capturar las emociones de las personas, y usarlas, permitiéndonos experimentar lo que en su momento sintieron. Marco era un gran artesano. Estaba versado en la creatividad del arte de la escultura, pero eso no era todo. Él poseía conocimientos que iban más allá de mi concepción, y que posteriormente, pude llegar a entender.

Llegué un día a su curiosa tienda con Estefanía; en aquel entonces solo estábamos comprometidos. Ella siempre tuvo un solemne interés por los objetos artesanales, y entre más extraños eran, más captaban su atención. El establecimiento de Marco quedaba en la parte más céntrica de la ciudad, muy cerca de unas residencias en las que Estefanía y yo vivíamos.

Desde que nos mudamos ahí, ella siempre quiso entrar a este extraño lugar, y no solo eso, tenía la monotonía de querer entrar conmigo. Yo de verdad no estaba interesado y siempre le respondía excusándome indiferente. Pero en realidad, no quería confesarle sobre mi desagrado por los objetos envueltos en una bruma esotérica puesto que me causaban algo de turbación.

Los primeros días después de mudarnos estaba muy insistente, al llegar del trabajo, en nuestro momento de intimidad, ella solo hablaba de las interesantes máscaras que sobresalían de las ventanas y portales de aquella tienda. Me confesó que tenía la curiosidad de entrar, pero no iba hacerlo, hasta que yo me decidiera de ir con ella.

Estuve indeciso esos días, hasta que finalmente cedí, solo para complacerla y para que no se hiciese la idea de que soy un cobarde o algo por estilo. En uno de mis días libres, fuimos una mañana a la dichosa tienda. Ella entusiasmada y yo indiferente, la verdad era algo que no quería hacer.

El negocio se encontraba establecido dentro de una casa de principios de siglo. Había máscaras sobresaliendo de las dos únicas puertas que tenía. Los curiosos antifaces estaban hechos en su mayoría de una madera bien labrada y pintados de diferentes colores. Algunos eran blancos, otros rojos, también había algunos combinados con diversos tonos y matices.

Parecían máscaras teatrales, ya que cada una tenía la particularidad de expresar una emoción diferente, es decir; unas exponían tristeza, otras ira, así como también felicidad y miedo. Marco, el dueño y único trabajador del lugar, nos recibió con afabilidad enseñándonos su gran arsenal de antifaces artesanales muy bien labrados.

—Pueden probárselas si gustan, a ellas les gusta mucho ser usadas. —Dijo el artesano mientras Estefanía y yo estábamos en una esquina contemplando curiosamente aquellas máscaras.

A ella y a mí nos hizo un poco de gracia lo que dijo, pero no perdimos la oportunidad de probar algunas. Marco era un hombre joven. Calculé que todavía caminaba por los treinta. A pesar de eso, su léxico y expresividad parecían de un anciano, o como si proviniera de otra época.

—Les advierto mis estimados clientes que estas máscaras tienen una particularidad extraordinaria. —Indicó el hombre alzando su dedo anular izquierdo. —Se podría decir que encierran un secreto mágico. Una sensación extraña pero hermosa. Adelante, luego me contarán que les ha parecido.

Estefanía sonrió en ese momento, mirándome con rostro desafiante, por el cual yo asentí. Ella tomó una máscara blanca que parecía expresar felicidad, yo tomé otra que manifestaba repulsión. Nos las pusimos al mismo tiempo y fue cuando la verdadera magia comenzó.

Sentí una sensación rara en el estómago y una incomodidad que ascendía hasta mi pecho. Era como un desagrado, una molestia que se asentó luego en mi espalda. Luego comencé a sentir una leve fatiga como si hubiera comido algo dañino y pesado. Tuve que quitarme la máscara puesto que dichas sensaciones eran bastante desagradables, y al hacerlo, todo se esfumó en un chasquido, ¡fue sorprendente!

Estefanía era un caso completamente diferente. Se veía alegre y realizaba un baile de danza clásica completamente extrovertido. Parecía estar en una especie de trance puesto que no respondía a mi llamado las dos primeras veces, pero a la tercera vez, fue que reaccionó, y en ese instante se quitó la máscara mostrando un rostro alborozado y satisfecho.

—¡Que asombroso fue eso mi amor! —Dijo Estefanía exclamando con emoción. —Sentí que estaba en un gran escenario repleto de miles de personas, como un coliseo. Y yo bailaba, ¡y era la mejor!

Estefanía siempre fue apasionada por la danza clásica. Desde niña la practicaba pero lastimosamente no pudo continuar con este arte debido a una fuerte lesión, lo que la dejó bastante triste después. Quedamos anonadados por el extraño efecto que causaban las máscaras, así que nos dirigimos a Marco para obtener una explicación.

—Como les había dicho mis estimados clientes, estas máscaras son mágicas. Están hechas con materiales comunes como madera, porcelana, pintura y esas cosas. Pero poseen un ingrediente especial que no puede insertarse usando métodos comunes. Se trata de emociones humanas, reales y verdaderas, las cuales he extraído de mí mismo con el pasar de los años gracias al adiestramiento de mi padre, quien fue el que me enseñó este grandioso oficio.

—¡Es sorprende amigo Marco! —Dijo Estefanía con emoción. —De verdad pude verme en ese escenario bailando frente esas miles de personas. Siempre ha sido mi sueño estar en una gran presentación de baile clásico.

—Es lo que las máscaras hacen. —Aseveró Marco. —Te hacen revivir aquella sensación más fuerte, ya sea anhelante o no, de acuerdo a la emoción por la que fueron creadas. Estos objetos mágicos son comprados más que todo por actores y personas del medio artístico. Aquellos que trabajan con las emociones y necesitan de un empuje para expresarlas.

Aún estábamos sorprendidos de que algo tan fantástico fuera tan real. ¿Máscaras que contienen emociones reales? Quién lo diría… Le hicimos muchas preguntas más a Marco sobre estos extraordinarios objetos, aunque al final no compramos ninguno, puesto que no eran para nosotros, le agradecimos el dejarnos probar algunas más.

Posteriormente nos dimos cuenta de que Marco era un gran figura pública, muy reconocido en aquella ciudad. Veíamos constantemente que las personas llegaban a su negocio en fila, incluso mi ahora esposa y yo seguimos visitando su tienda. Buscando emociones nuevas para experimentar en un lugar que es más que todo aceptado por la evocación de su magia.

ENGLISH

THE HOUSE OF MASKS

Expressions can be captured, either in complex portraits composed by the human eye and dexterity, or by his ingenuity, creating artifices that allow him to capture these moments instantly. There are other methods that, unaware of the conception of the commonplace rooted in society, are used by the most unusual and skillful artists.

That day when I visited Marco, I understood that there were different ways of capturing people's emotions, and using them, allowing us to experience what they once felt. Marco was a great craftsman. He was versed in the creativity of the art of sculpture, but that was not all. He possessed knowledge that went beyond my conception, and that I was later able to understand.

I arrived one day at his curious store with Stephanie; at that time we were only engaged. She always had a solemn interest in handcrafted objects, and the stranger they were, the more they caught her attention. Marco's store was located in the most central part of the city, very close to some residences where Stephanie and I lived.

Since we moved there, she always wanted to enter this strange place, and not only that, she had the monotony of wanting to enter with me. I really wasn't interested and I always responded to her by excusing myself with indifference. But in reality, I didn't want to confess to her my dislike of objects wrapped in an esoteric mist since they caused me some confusion.

The first days after we moved in I was very insistent, when we arrived from work, in our moment of intimacy, she only talked about the interesting masks that protruded from the windows and doorways of that store. She confessed to me that she was curious about going in, but she wasn't going to, until I decided to go with her.

I was hesitant those days, until I finally gave in, just to please her and to keep her from getting the idea that I was a coward or something. On one of my days off, we went to the lucky store one morning. She was enthusiastic and I was indifferent; the truth was something I didn't want to do.

The business was established inside a turn-of-the-century house. There were masks sticking out of the only two doors it had. The curious masks were mostly made of well-carved wood and painted in different colors. Some were white, others red, there were also some combined with various tones and shades.

They looked like theatrical masks, since each one had the particularity of expressing a different emotion, that is; some exposed sadness, others anger, as well as happiness and fear. Marco, the owner and only worker of the place, received us with affability showing us his great arsenal of very well carved handcrafted masks.

—You can try them on if you like, they like very much to be used. —The artisan said as Stephanie and I stood in a corner looking curiously at those masks.

She and I were a little amused by what he said, but we didn't miss the opportunity to try some. Marco was a young man. I calculated that he was still in his thirties. In spite of that, his lexicon and expressiveness seemed to be that of an old man, or as if he came from another era.

—I warn my dear clients that these masks have an extraordinary peculiarity. —The man said, raising his left ring finger. -You could say that they contain a magical secret. A strange but beautiful sensation. Go ahead, then tell me what you thought of it.

Stephanie smiled at that moment, looking at me with a defiant face, for which I nodded. She took a white mask that seemed to express happiness, I took another one that manifested repulsion. We put them on at the same time and that's when the real magic began.

I felt a strange sensation in my stomach and a discomfort that ascended to my chest. It was like an unpleasantness, a discomfort that then settled on my back. Then I began to feel a slight fatigue as if I had eaten something harmful and heavy. I had to take off my mask as these sensations were quite unpleasant, and as I did so, it all went away in a snap, it was amazing!

Stephanie was a completely different case. She looked cheerful and did a completely outgoing classical dance. She seemed to be in a kind of trance since she didn't respond to my call the first two times, but the third time, she reacted, and at that moment she took off her mask showing a happy and satisfied face.

—How amazing was that my love! —said Stephanie, exclaiming with emotion. -I felt like I was on a big stage filled with thousands of people, like a coliseum. And I was dancing, and I was the best!

Stephanie was a completely different case. She looked cheerful and performed a completely outgoing classical dance. She seemed to be in a kind of trance since she didn't respond to my call the first two times, but the third time, she reacted, and at that moment she took off her mask showing a happy and satisfied face.

—How amazing was that my love! —said Stephanie, exclaiming with emotion. -I felt like I was on a big stage filled with thousands of people, like a coliseum. And I was dancing, and I was the best!

Stephanie was always passionate about classical dance. She practiced it since she was a child but unfortunately she could not continue with this art due to a strong injury, which left her quite sad afterwards. We were shocked by the strange effect the masks were causing, so we turned to Marco for an explanation.

—As I had told my dear clients, these masks are magic. They are made with common materials such as wood, porcelain, paint, and so on. But they have a special ingredient that cannot be inserted using common methods. They are human emotions, real and true, which I have extracted from myself over the years thanks to the training of my father, who taught me this great craft.

—It's amazing, my friend Marco! —said Stephanie with emotion. -I could really see myself on that stage dancing in front of those thousands of people. It has always been my dream to be in a great classical dance performance.

—It's what masks do. —Marco said. —They make you relive that strongest feeling, whether it's longing or not, according to the emotion that created them. These magical objects are mostly bought by actors and people in the art world. Those who work with emotions and need a push to express them.

We were still amazed that something so fantastic was so real. Masks that contain real emotions? Who knew? We asked Marco many more questions about these extraordinary objects, although in the end we didn't buy any, since they weren't for us, we thanked him for letting us try some more.

Later we realized that Marco was a great public figure, very well known in that city. We constantly saw people coming to his store in a row, even my now wife and I continued to visit his store. Looking for new emotions to experience in a place that is mostly accepted for the evocation of its magic.