«El que guarda siempre tiene» Yo guardé la parte buena/ESP- ENG / The one who saves always has/I kept the good part

in Holos&Lotus2 years ago

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Escribir este post será todo un desafío emocional, pero me arriesgaré porque sé que la escritura es la mejor manera de hacer catarsis. Esta es mi participación para la invitación que nos hace @lisfabian en la siguiente publicación

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Mi progenitor fue todo un personaje: padre solo hay uno y me tocó a mí: como hija mayor, él tenía muchas expectativas conmigo y yo no cumplí ninguna. Él quería un varón que se iba a llamar Ernesto, pero nació María del Rosario, o sea yo, y llevo el nombre de su mamá; mi padre, en ese entonces, era quien tomaba las decisiones, mantenía el hogar, compraba alimentos, ropa, calzado y lo que se necesitara con un criterio de larga duración. Así que fue quien escogió la ropa para el recién nacido, por lo que estuve luciendo franelas a rayas hasta después de los seis meses.

Menos mal que ya sabía cómo engordar rápido y perder la ropa, porque si no, habría sido más tiempo usando ropa de varón. Con ese mismo criterio compró mi papá nuestro calzado, a mi hermana y a mí, siempre un número mayor que el real, «para que no los perdiéramos tan rápido». Los zapatos debían ser cuadrados adelante para que nuestros pies no sufrieran. Creo que eso debo agradecérselo, porque aunque mis pies crecieron a su gusto, no tienen malformaciones, ni juanetes ni nada de eso.

Mi padre era buen lector, le gustaba escribir, hacer anotaciones, resolver acertijos y problemas de matemática, por lo que necesitaba concentrarse solo, sin una niña molestando por allí, para ello se colocaba una gorra al revés, porque sabía que eso me asustaba y me mantenía alejada. El miedo se fue acostumbrando a mí y crecí con desapego hacia él: mi mamá era mi mundo.

Era época en la que los padres castigaban a sus hijos con correazos y él se lo permitió cada vez que quiso por las razones que fueran. Como fui la mayor recibí más, con lo que se acrecentaba la relación de temor y rechazo, pero no tuve más remedio que aceptar sus órdenes.

Alguna vez lo vi contento, recuerdo que bailaba, reía y cantaba: «A bailar el carabiné, a bailar con la punta del pie», pero esa alegría no duraba mucho, por alguna razón se enojaba y comenzaba a sacudir cosas y arrojarlas contra el piso.


Fuente del vídeo

Nació en San Cristóbal, estado Táchira, andino, de esos que suelen llamar gochos. Mi papá fue el vivo ejemplo del significado que esta palabra tiene, por alguna razón su manera de asimilar las recomendaciones le traía consecuencias que provocaban risas.

Una vez compró un disco de acetato, (le gustaba mucho la música clásica), este vino desnivelado, un amigo le recomendó que lo pusiera a llevar sol, supongo que en broma, pero mi papá no tenía la chispa para entender chistes o lenguaje figurado. Cuando llegó a la casa fue exactamente a hacer lo que le habían mal aconsejado, con la consecuencia de que el disco se doblara aún más y mi papá se llenara de ira.

Como sabía que le costaba entender la forma de hablar de la gente, pedía aún más explicaciones para cosas que cualquiera comprendería fácilmente. Le gustaba la medicina natural y siempre conseguía quien le recomendara algún brebaje, entonces empezaba: «¿Cuántas hojas exactas para una taza? ¿Qué tamaño debe tener la taza? ¿Hiervo el agua primero o todo junto? ¿Cómo se toma caliente, tibio o frío? ¿Cómo se sintió usted después que lo tomó? Y así seguía la larga lista de preguntas, hasta que la otra persona se desesperaba.

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Intentó ver si un termómetro estaba en buen estado sumergiendo su punta en agua hirviendo; alguien le explicó un procedimiento que se hacía con esponja de baño, y él se puso a hacerlo con esponjas de alambre; bebió por equivocación un líquido que era para untar, y más muchas más, pero así como podía cometer errores de ingenuidad, tenía la creatividad para diseñar con madera o lo que le sirviera, la pieza faltante de algún artefacto y ponerlo a funcionar, recuerdo que decía: «el que guarda siempre tiene» y mostraba triunfante lo que había arreglado.

Le gustaba el aprendizaje y fue autodidacta en muchas áreas; era curioso de cuestiones del idioma, le gustaba la electrónica, resolvió y guardó uno a uno en cuadernos numerados, los ejercicios de los libros de aritmética y álgebra de Baldor.

Vivir con mi papá fue como estar metidos en la caja del absurdo, él le llevaba la contraria a todo, con un sentido de la previsión obsesivo y exagerado. Vivíamos entre prohibiciones y reglas, muchas de ellas causaban la risa a nuestros familiares cercanos y la extrañeza a conocidos y amigos.. Por ejemplo, estaban prohibidos los anillos o sortijas, porque podrían atorarse en cualquier parte y hacernos perder un dedo. En casa no debía echársele cera al piso para evitar resbalones, de igual manera las mesas estaban pegadas a las paredes para evitar tropezones.

Las puertas además de la cerradura se les colocaba cabillas que atravesaban de lado a lado arriba y abajo y clavos de acero entre hoja y hoja, pero luego del terremoto de Caracas, comenzó a diseñar la forma de salir lo más rápido, entonces nos hizo sacar las camas del cuarto para dormir en la sala porque comenzó a temer que se cayera el techo.

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Sí nos daba gripe debíamos envolvernos el cuello con un paño como especie de bufanda y no quitarlo hasta que él dijera. En lo sucesivo cuando sentía malestares de gripe evitaba verlo y si me daba tos, corría con una almohada al fondo del patio para toser en ella y que no me escuchara. Era agradable ir a la casa de la abuela cada tarde, pero él podía negociar esas salidas y si sabía que teníamos algo no nos dejaría ir.

Al llegar la época de invitaciones a fiestas era jugar a la ruleta para obtener la suerte de poder ir y si otorgaba el permiso, debía regresar a las once, así que llegaba al lugar cuando la cumpleañera no se había ni vestido para su fiesta y me tenía que retirar cuando apenas estaba empezando la reunión, empecé a hacer como la fábula de la zorra y las uvas y preferí no ir a estos agasajos aún ante la insistencia de amistades y familiares.

No terminaría nunca de enumerar en secuencia tragicómica lo que fue nuestra vida. Solo sé que agradecer esa herencia de enseñanzas y experiencias es lo que vale: lo que he sido, lo que soy, viene marcado por ese ayer, que sin lugar a dudas influyó en la familia que luego conformé y en la escogencia del mejor padre que pude darle a mis hijos.

Contenido original
Imágenes propias

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English version

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Writing this post will be an emotional challenge, but I will take the risk because I know that writing is the best way to achieve catharsis. This is my participation for the invitation that @lisfabian makes us in the following publication

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My father was quite a character: there is only one father and it fell to me: as the eldest daughter, he had many expectations of me and I did not meet any. He wanted a boy who was going to be called Ernesto, but María del Rosario was born, that is, me, and I bear his mother's name; My father, at that time, was the one who made the decisions, maintained the home, bought food, clothes, shoes and whatever was needed with a long-term criterion. So he was the one who chose the clothes for the newborn, so I was wearing striped flannels until after six months.

Good thing she already knew how to get fat fast and lose her clothes, because if she hadn't, she would have spent more time wearing boy's clothes. With the same criteria, my dad bought our shoes, my sister and me, always a larger number than the real one, "so that we wouldn't lose them so quickly." The shoes had to be square in front so that our feet did not suffer. I think I have to thank him for that, because although my feet grew to his liking, they have no malformations, no bunions or anything like that.

My father was a good reader, he liked to write, make notes, solve riddles and math problems, so he needed to concentrate on his own, without a girl bothering around, for this he put on a cap backwards, because he knew that scared me and kept me away. The fear got used to me and I grew up with detachment towards it: my mom was my world.

It was a time when parents punished their children with belts and he allowed it whenever he wanted for whatever reason. Since I was the oldest, I received more, which increased the relationship of fear and rejection, but I had no choice but to accept their orders.


video source

Once I saw him happy, I remember that he danced, laughed and sang: «To dance the carabiné, to dance with the tip of the foot», but that joy did not last long, for some reason he would get angry and start shaking things and throwing them against him. floor.

He was born in San Cristóbal, Táchira state, Andean, one of those who are usually called gochos. My dad was the living example of the meaning that this word has, for some reason his way of assimilating the recommendations brought him consequences that caused laughter.

Once he bought an acetate record, (he was very into classical music), this came uneven, a friend recommended that he put it to wear sun, I guess jokingly, but my dad didn't have the spark to understand jokes or figurative language . When he got home, he did exactly what he had been ill-advised to do, with the consequence that the record bent even more and my dad flew into a rage.

Knowing that it was difficult for him to understand the way people spoke, he asked for even more explanations for things that anyone would easily understand. He liked natural medicine and always got someone to recommend a concoction, so he would start: «How many exact leaves for a cup? What size should the cup be? Do I boil the water first or all together? How is it served hot, warm or cold? How did you feel after you took it? And so the long list of questions went on, until the other person got desperate.

He tried to see if a thermometer was in good condition by immersing its tip in boiling water; someone explained to him a procedure that was done with a bath sponge, and he began to do it with wire sponges; he mistakenly drank a spreadable liquid, and many more, but just as he could make ingenuity errors, he had the creativity to design with wood or whatever worked for him, the missing piece of some artifact and put it to work, I remember that he said: "he who keeps always has" and triumphantly showed what he had arranged.

He liked learning and was self-taught in many areas; he was curious about language questions, he liked electronics, he solved and kept one by one in numbered notebooks, the exercises from Baldor's arithmetic and algebra books.

Living with my dad was like being stuck in the absurd box, he went against everything, with an obsessive and exaggerated sense of foresight. We lived between prohibitions and rules, many of them caused laughter in our close relatives and strangeness in acquaintances and friends. For example, rings or rings were prohibited, because they could get stuck anywhere and cause us to lose a finger. At home, wax should not be thrown on the floor to avoid slipping, in the same way the tables were attached to the walls to avoid tripping.

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In addition to the lock, pins were placed on the doors that crossed from side to side, up and down, and steel nails between the leaves, but after the earthquake in Caracas, he began to design the way to get out as quickly as possible, so we took out the beds in the room to sleep in the living room because they began to fear that the ceiling would fall.

If he gave us a complaint, we had to wrap a cloth around our neck as a kind of scarf and not remove it until he said. From then on, when I felt sick from complaining, I avoided seeing him and if he gave me a cough, I would run with a pillow to the back of the patio to cough into it so that he wouldn't listen to me. It was nice to go to Grandma's house every afternoon, but he could negotiate those outings and if he knew I'd use something he wouldn't let us go.

When the time for invitations to parties arrived, it was time to play roulette to be lucky enough to go and if I granted permission, I had to return at eleven, so I arrived at the place when the birthday girl had not even dressed for her party and I I had to withdraw when the meeting was just beginning, I began to do as the fable of the fox and the grapes and I preferred not to go to these entertainments even at the insistence of friends and family.

I would never finish enumerating in tragicomic sequence what our life was like. I only know that being grateful for that heritage of teachings and experiences is what counts: what I have been, what I am, is marked by that yesterday, which without a doubt influenced the family that I later formed and the choice of the best father that I was able to give it to my children.

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Sort:  

Te comprendo a la perfección lo de la catarsis, también estoy haciendo el mío, no es fácil, mi papá también era gocho ¡y vaya que los gochos son atravesados!🤣, bien lo has dicho al final, somos su mejor versión y decidimos o quejarnos o avanzar y por lo visto has formado un hermoso hogar.😘

Sí que son atravesados, pero así tocó, una vida llena de experiencias. Sí, les dejé un hermoso hogar a mis hijos.

Saludos cordiales.

Saludos amiga @charjaim mi padre era coreano osea de falcón y tenía sus normas y forma de ser un poco estrictas, pero esa lejanía que hubo en un principio se acortó con la vejez, compartíamos tragos y hablábamos de todo un poco. Suerte en el concurso.

Gracias, esas conversaciones deben haber sido muy buenas, la edad a algunos les llena de sabiduría y paz.

Así es amiga. Saludos

Saludos Preciosa.. Mientras te leía pensaba un poco en todos los temores que sentía tu papá. Debió ser difícil para él también su vida. Nunca disfruto. No se lo permitió.
Siempre he pensado que cuando una persona no se permite estar tranquilo y coloca tantas reglas y prohibiciones a su entorno es porque no sabe como va a reaccionar, el miedo le invade su ser de tanto imaginar si suceden cosas inesperadas aquí y yo soy el que debo resolver, ¿Cómo lo haré? Entonces trata de evitar hasta reír y disfrutar..
quedé con ganas de ver esas piezas de madera que hacia, seguro era esmerado y muy detallista en eso.
Un fuerte Abrazo.

Gracias por tu comentario tan reflexivo, sí, mi padre no tuvo una buena vida, quedó sin madre a los siete años y sin padre a los catorce, se hizo solo, porque no tuvo hermanos, supongo que de ahí salió todo ese temor y lo que vino después. Sí por él hubiese sido no nos habría dejado salir a la calle nunca.

No tengo nada de esas piezas, pero mi hijo sacó esas habilidades y es luthier y hace juegos de rompecabezas con madera, eso me lo recuerda, tiene que haber sabido de allí, es la herencia.

Saludos y abrazos.

Me lo imaginé amiga, es difícil vivir sin un ejemplo a seguir. Ser adolescente y no tener quien te guíe. Quien te acompañe en ese crecimiento tan difícil sobre todo siendo varón, tanto que te exige la sociedad.Es duro.
Pero tú eres fuerte y has evolucionado 🤗
Gracias a Dios no era un hombre de vicios, prefirió resguardar su vida ante todo. Vivió con temor, mucho temor..Y en su miedo trato de vivir con ese caparazón de hombre fuerte 🙏

Dios permita que su alma este libre en el universo y que sus energías se renueven para una nueva vida Feliz 🤗

Que maravilloso que tú hijo heredó su talento. Una parte hermosa de él para recordar 😍

Mi viejo también fue gocho, aunque mucho menos intransigente que el tuyo. Las creencias hacen que las personas lleguen a esos comportamientos que llamas absurdo. Nunca usé anillos, seguramente por algo relacionado con mi temperamento, pero también por el terror de que no me lo pudiera sacar. En mi familia también escuché muchas veces el cuento del dedo cortado por un anillo atorado. Excelente escrito estimada @charjaim. Gracias por compartir. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.

Gracias, @irvinc, cuando podemos tomar decisiones por nosotros mismos las cosas fluyen mejor, la imposición cuando viene en paquetes es asfixiante.

Gracias por tu lectura y amable comentario.

Saludos.

Hola amiga se me perdió pero ya la encontré, así como a ti me paso algo parecido con mi, del cual no tengo así fotos que digamos el no le gustaba mucho eso pero veré si encuentro alguna para echar mi cuento.

Será un gusto leerte, amiga. Saludos cordiales.

Saludos amiga bella. Te cuento que mi papá no era gocho pero sí un "orientarrrrr atravesao" ja,ja,ja... Muchacha qué carácter se gastaba!! Aún así amé a mi papá.

Esa era una característica de muchos padres, el mal genio. Saludos, amiga.

wow amiga, un padre con mucho guaramo!!! imagino la angustia de tratar de salir después del terremoto y no poder por las cabillas y los clavos jejejeje imagino que después de eso aprendió un poquito.

Saludos mi linda

Después se olvidó de esas cabillas, el terremoto fue temprano, aún no se habían cerrado las puertas, menos mal. Saludos.

 2 years ago (edited) 

Ja,ja,ja imaginé ese roce del zapato al quedar grande. Tan bello el papi, con sus ocurrencias, seriedad y ese sentido del ahorro bien arraigado en lo más profundo de su ser. Definitivamente seguro cantaba, " pero sigo siendo el reyyyy".

"Al llegar la época de invitaciones a fiestas era jugar a la ruleta para obtener la suerte de poder ir y si otorgaba el permiso, debía regresar a las once, así que llegaba al lugar cuando la cumpleañera no se había ni vestido para su fiesta y me tenía que retirar cuando apenas estaba empezando la reunión, empecé a hacer como la fábula de la zorra y las uvas y preferí no ir a estos agasajos aún ante la insistencia de amistades y familiares".

Esto nunca lo entendí, qué podía pasar después de las 12, seguro leyeron el cuento de la cenicienta o se lo contaron mal.

"Sí nos daba gripe debíamos envolvernos el cuello con un paño como especie de bufanda y no quitarlo hasta que él dijera. En lo sucesivo cuando sentía malestares de gripe evitaba verlo y si me daba tos, corría con una almohada al fondo del patio para toser en ella y que no me escuchara. Era agradable ir a la casa de la abuela cada tarde, pero él podía negociar esas salidas y si sabía que teníamos algo no nos dejaría ir".

Ja,ja,ja me pasaba lo mismo con mi tía ella decía: escupe, escupe, escupe , etc.

Muchas gracias amiga @charjaim, pero estamos vivas ja,ja,ja.

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Sí y llenas de experiencias de aprendizaje. Saludos.

Hola @charjaim me da tanta gracias como escribes tus historias, eso de ser niña cuando te esperaban varón lo vivimos y buscando el varoncito salieron cuatro niñas, de no haberse ido al otro plano quien sabe cuántas seríamos.

Eso de las fiesta y la llegada a las 11 porque pondrían ese horario?
Verdad como que era mejor no ir y no puedo dejar de reírme con el asunto de la acumulación, tengo un personaje muy cercano que es un gran acumulador ¿Será asunto de la herencia gocha?😂😂😂

 2 years ago  

Amiga mía, tienes una manera genial, muy graciosa de relatar los sucesos. Además, le das tanta vida que "veo a tu papá con sus experimentos" y "lo escucho pidiendo explicaciones sobre los brebajes". Sencillamente genial, amiga @charjaim.

Me hace muy feliz tu comentario, amiga. Me alegra mucho haber transmitido eso. Un abrazote.

 2 years ago  

♥♥