Ha sido domingo 3 veces, o al menos así lo ha sentido mi cuerpo.
Me he arropado con la sabana de la nostalgia,
viviendo de expectativas falsas, para ti, para mí
Lo nuestro fue una carrera contra el tiempo,
Una caída en picada,
Y aún no comprendo
Como te atreves a mirar mis labios
Y no hacer nada al respecto
Esta soledad es ambigua y confusa
No tengo nadie que me quiera cuando estoy en la penumbra
Tampoco quiero recurrir a mis compañeras, a mi padre o a mi psicóloga
Cada paso que doy se siente como un dolor en el pecho
Quiero descanso, ternura, mirada
Quiero entender por que aún me siento atada
Quiero entender como puede liberarme de este vacío, de este ente que me come
Solo parece haber una solución: tu mirada encontrándose con mi mirada.
Pero al final, en la noche
se me desvanece la esperanza.
Fotografía tomada por mí.
Los domingos se nos repiten mucho más de lo que quisiéramos. Te mando un abrazo querida amiga
La esperanza perdida en esta situación, poetisa. Tiempo sin leer un poema de tu autoría, pero aquí está uno.