El mal posee una sonrisa de oreja a oreja / relato

in Cervantes2 years ago


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Aquel dieciocho de noviembre, las redes sociales y los periódicos del país confirmaron la muerte de la pareja de músicos más emblemática y viral de todos los tiempos, el matrimonio Warren había fallecido en un terrible accidente provocado por un borracho que golpeo su coche esa madrugada, los artistas regresaban de ofrecer un concierto y decidieron viajar de noche a pesar de que su mánager no estaba de acuerdo porque le parecía peligroso; Sin embargo, el amor que sentían como padres y el compromiso que tenían por su pequeño hijo, que cumpliría años en unas horas, los hizo romper las reglas e ir en contra de las normas para dirigirse sin saberlo hacia la propia muerte.


Según los testigos, la escena del accidente era espeluznante, la carretera estaba manchada de sangre y los cuerpos de los artistas estaban metidos entre las masas de hierro, sus rostros eran irreconocibles. El hombre que conducía a gran velocidad estaba vivo y solo perdió un dedo, tengo entendido que después de ocho meses salió de la cárcel tras pagar una jugosa cantidad por su liberación, claro, el hecho de ser hijo de un alto general del gobierno soluciona todo.


Mauricio quedó huérfano cuando cumplió 11 años, lo que debería haber sido un día especial se convirtió en una pesadilla, en la sala donde estaba previsto poner su tarta y sus regalos estaban ocupados por dos ataúdes sellados donde alguien cercano le explicó que descansaban sus padres, pero él ya no podía verlos.


Tiempo más tarde, tras una fuerte pelea entre los abogados y la familia del pequeño, el juez decidió que lo mejor para él era quedar bajo la tutela de sus tíos maternos, ya que su abuela paterna era mayor y tenía antecedentes de alcoholismo.


Trascurrieron seis meses y sus tíos decidieron mudarse de la ciudad para que el niño pudiera olvidar un poco lo sucedido y también para evitar el estrés generado por los periodistas y fotógrafos que les acosaban en cualquier sitio que iban, todos morían por una entrevista y fotografía del primogénito de los famosos Warren.


Al llegar notaron que la casa era antigua, pero muy bonita y cuidada, estaba ubicada en un pequeño pueblo donde la señal de comunicación era mínima, donde no había señal de cable y solamente funcionaba una emisora de radio, no existía internet y las únicas atracciones eran la feria donde había un circo, exposiciones de arte, comida, animales con un talento oculto, teatro, títeres y un lago donde se podía pasear en bote y nadar. Para esta nueva familia que se mudaba, todo lo mencionado anteriormente parecía un sueño después de vivir tantas emociones amargas, definitivamente esto era lo mejor.


Después de un tiempo de instalarse en el nuevo hogar, Mauricio por inercia comenzó a acostumbrarse a su nueva vida. Un día, aprovechando que estaba libre de tareas, decidió aceptar la invitación al circo de una chica llamada Paty, por supuesto que era muy bonita y eso ocasionaba que sus mejillas se encendieran de un color rojo. Él ya había asistido varias veces a la feria, pero jamás le intereso el circo, disfrutaba más viendo a los animales hacer tonterías y nadando un rato en el lago, cuando flotaba sentía que no se hundía porque sus padres lo sostenían y eso hacía que su corazón se estremeciera, tomando esa sensación como excusa para sentirse cerca de ellos.

Querido lector, ¿A ti también te dan miedo los payasos? Me refiero a esos idiotas que se disfrazan con ese maquillaje tan feo y sonrisas burlonas, ojos saltones que, en lugar de hacerte sonreír, te dan prácticamente ganas de orinarte encima cuando te miran de esa manera tan siniestra.

Parecía que a Mauricio no le causaba ni frío, ni calor ver a esos individuos tratando de divertir o asustar a los niños, de hecho le parecía bastante ridículo, aunque notó que cuando entraron a la carpa Paty le agarró la mano al descubrir que uno de los payasos estaba en la segunda puerta susurrando cosas a los niños... Mauricio quizás aprovechó el miedo de Paty y apretó su mano un poco más y la acerco a su pecho mientras se dejaban llevar por la pequeña multitud que se movía rápidamente como una ola para no perderse el entretenimiento, ya que el cartel mencionaba una sorpresa.


Minutos después los niños ya estaban sentados en sus asientos y disfrutaban de un delicioso algodón de azúcar, Paty soltaba carcajadas por las estupideces de Mauricio al ponerse una barba de algodón e imitar al director de la escuela, un anciano barbudo y panzón con la voz de caricatura que sudaba a mares.


De pronto, las luces se apagaron y cuando se encendieron eran tenues, una caja del tamaño de un refrigerador apareció en medio del escenario, la gente se quedó en silencio y una voz surgió de su interior, esta vez Mauricio apretó la mano de Paty sintiendo un enorme escalofrío en sus piernas y cuello, miró hacia atrás para ver si alguien lo había rosado, pero todos tenían los ojos puestos en la supuesta sorpresa. La caja se abrió liberando una de las solapas y de ella salió un payaso que en su opinión daba miedo, el disfraz no tenía nada de gracioso, comenzó a reírse de una manera siniestra que hizo que a los niños se les pusieran los pelos de punta, el payaso sacó algo de su bolsillo, era una pistola y apuntó al presentador, todos se quedaron atónitos ante la acción, se prepararon para lo peor y como era de esperarse apretó el gatillo.


Un chorro de agua mojó uno de los ojos del presentador, la gente estalló en carcajadas, mientras el payaso saltaba con malicia y se burlaba, de esa manera comenzó su espectáculo, no sin antes mirar a Mauricio de manera penetrante, creo que el payaso odiaba que lo miraran con desprecio y no disfrutaran de sus payasadas, Mauricio no se reía, solo observó con el deseo de dejar aquella estupidez que le había puesto los pelos de punta, el payaso si lo notó, entre tantas caras se fijó en el chico, y de una manera extraña le susurró desde la distancia en que se encontraba lo siguiente:

Mauricio, alguien más va a morir este mes...


Y el payaso estalló en carcajadas...


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