Palabras hirientes

in Cervantes2 years ago


Ya no descubro esa sonrisa en mi cara, la curvatura de mi boca ha cambiado, ahora está moldeada y ocupada por un cigarrillo barato, veo ira, aburrimiento...

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Querido poeta,
te he fallado como escritor,
mis escritos son espantosamente malos,
ya no puedo engañarme a mí mismo, no
son poemas, solo son párrafos cortos y
feos que ordeno sin sentido, quejas que
se amontonan una tras otra en el papel,
autodolor que se desborda de mi alma,
porque estoy gritando internamente y se
refleja a través de mis patéticos versos,
versos que desnudo y vuelvo a vestir a
mi antojo con sinónimos extraños o
diferentes. Para algunos he creado frases
desconocidas que encajan perfectamente y
aparentemente atiborrada de sentimientos,
en ellos se despierta un gozo fascinante
e inexplicable que no logro entender.
¿Entonces me apoyan?, pero noto que
pierden un tercio de su tiempo, al
dejar un breve comentario como
premio de consolación para mí, por crear
algo simple y básico.
No es arte, no es talento o perfección,
únicamente he despertado el interés de
quienes no expresan la verdad, es la
forma en que he jugado a mantenerme en
su mundo lo que me molesta, le agrado a
lectores de baja calidad que
carecen de la atención al detalle y la
exigencia a la hora de evaluar o
desmenuzar mi esfuerzo, personas que se
conforman con un puñado de letras
enrevesadas, máquinas que no escudriñan
la profundidad de su significado y
solamente se dejan llevar por mi
mediocridad, como si estuvieran en una
ola mía que los arrastra aquí y allá
sin sentido a ninguna parte.
Ahora comprendo por qué mi obra es
ignorada por los grandes, es una
locura pensar que ellos despegarían la
pluma del papel por un momento, para
instruirme y apoyar mis desastres.
Bah, qué iluso puedo ser.

Y mientras tanto, surge la gran pregunta
¿Debo continuar?


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Fuentes
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