Poema: En el barco triste y solitario

in Cervanteslast year

En el barco triste y solitario

Voy a la deriva hacia ti con una ofrenda
entre las inquietas olas del mar
para que hoy sepas y comprendas
que sólo a ti puedo amar.
Con fuertes vientos que vienen
de las cuatro esquinas del mar
las olas de tus besos tienen
un lugar donde llegar.
Así que vine a buscarte
entre los lejanos vientos embravecidos
como un sueño perdido
y encontrarte es un arte.
Llevo muchas horas navegando y
mi vista ya está cansada.
Te he estado esperando
como un manantial en una cascada.

Ya mi barco se detiene
en la orilla del mar.
Puedo descansar mis sienes
de tanto navegar.
En mis manos un rosal
que te traje de España
nadie me engaña
eres mi perla y mi cristal.
Mi boca quiere besar
tus dulces y suaves labios
no importa como este el mar
Soy tu amado Flavio.
Mi bella Europa dejé
dejando atrás bellos paisajes y cielos
pero, al fin encontré
el amor de mi consuelo.

Largo camino recorrido
en alta mar de la vida
con el cansancio rendido
y la esperanza casi perdida.
Cuando te miré, mi amor
mi corazón saltaba de alegría
como la dulce flor
y la brillante luz del día.
No me contuve más y
cuando llegué a tierra te abracé
ahora, conmigo estás
y yo tan poco, te dejaré.

Ahora, estás en la arena
despierta en la extensión del mar
en ti ahogo mis penas
y ahora el barco debe zarpar.
Con las manos en alto
me despido de la tripulación y
en tierra doy el salto
con lo más hermoso de mi corazón.
Dibujado en la arena
su sombra con la mía
mi alma que vaga en pena
en la noche tierna y fría.
Mi deseo no pudo ser contenido y
hambriento de amor la tomé
cayendo a sus pies herido
que por amarte no te dejaré.



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