Centenares de flores pagaron las dudas del amor;
fueron deshojadas como tímida ofrenda,
se vistieron de magia y oráculo
para encontrar certezas.
¿Me quiere? Sí
¿Me quiere? No
Tras una estela de pétalos
se encondieron mis miedos,
solo para convertirse en titanes
que me robaron el sueño.
Cientos de preguntas condensadas en un sí o un no,
cientos o miles de razones
que señalan lo absurdo de la escena.
Recuerdos de juventud.
Centenares de flores pagaron las deudas del amor;
fueron ofrenda para mis demonios,
para ganar favores,
para obtener perdón.
¿Me quiero? Si
¿Me quiere? No
Sobre una estela de pétalos
encaminé mis pasos florecida,
pues encontré el valor
de curar mis heridas.
Cientos de preguntas condensadas en un sí o un no,
cientos o miles de razones
que resaltan lo bello de la escena
