La "Tierra de Gracia" en los ojos de Colón

in Cervantes3 years ago (edited)

El 2 de agosto de 1498, Cristóbal Colón, en su tercer viaje, tocaba tierra continental, aunque no lo supiera. Antes había estado en islas (las ahora Haití, República Dominicana, Cuba, etc.), pero ahora había llegado a "tierra firme" y lo hizo a una parte de un territorio que años después sería bautizado como "Venezuela".

Arribó por el lado de la conocida Península de Paria, en particular hacia abajo, en la desembocadura del Orinoco con el Atlántico, para algunos en la zona que ocuparía el pueblo de Macuro (hoy casi desparecido), aunque hay otras conjeturas.

Como mi interés no es la del historiador ni la del geógrafo, lo importante es que Colón llegó a una tierra que se "bautizó" para Occidente "Tierra de Gracia", y que, a partir de ese nombramiento, comenzó a existir (nos guste o no), no solo para el mundo europeo, sino, siglos y años después, para nuestras referencias inmediatas.

De modo que en este post me dedicaré al texto de este viaje de Colón, el tercero, muy rico en información y significación.


image.png
Ilustración de una de las cartas de Colón Fuente


Habiendo realizado ya dos viajes a estas tierras, aunque no con claras orientaciones, como sabemos, avanzado este tercer viaje, es muy llamativo que Colón reconozca -con lo que supone en lo real y metafórico- una cierta "ceguera": "(…) había adolecido por el desvelar de los ojos (…) y estuviese treinta y tres días sin concebir sueño y estoviese tanto tiempo sin vista (..)".

De modo que es altamente significativo que el encuentro (o descubrimiento) de estas tierras comenzara por una visión que luego los críticos llamarán "maravillada" y otros "alucinada".

El texto del Tercer viaje de Colón está lleno de muchos aspectos plenos en posibilidades interpretativas, pero, por espacio, solo dedicaré mi comentario a otros dos elementos, aparte del referido.

Yo siempre leí que el mundo, tierra e agua, era esférico (…) Agora vi tanta disconformidad (…), y por esto me puse a tener esto del mundo, y fallé que no era redondo en la forma que escriben; salvo que es de la forma de una pera que sea toda muy redonda, salvo allí donde tiene el pezón, que allí tiene más alto (..) o fuese como teta de una mujer allí puesta, y que esta parte de este pezón sea la más alta e propinca al cielo (..)


image.png
Man upon the sea, de Goodrich Frank (1850) Fuente - Licencia: Creative Commons CC0


Colón, en su casi poética visión, imagina que está arribando a un espacio único donde pareciera darse una realidad geográfica diferente a la conocida. Algunos comentaristas dicen que Colón estaba "descubriendo" el sentido no redondo de la Tierra. Pero, para lo que nos interesa, Colón está dando "argumentos" figurados a favor de la existencia de un espacio primordial.

Por eso, antes encontramos que dice, en una percepción de las aguas, de lo que -sabríamos después- es el encuentro del río Orinoco con el Atlántico :

Y siempre en todo cabo hallaba el agua dulce y clara y que me llevaba al Oriente muy recio fácia las dos bocas que arriba dije; y entonces conjeturé que los hilos de la corriente y aquellas lomas que salían y entraban en estas bocas con aquel rugir tan fuerte, que era pelea del agua dulce con la salada. La dulce empujaba a la otra por que no entrase y la salada para que no saliese (…).

En esa descripción, que hoy concebiríamos como ingenua, el hablante Colón nos va entregando una visión -que perdurará en nosotros- de la realidad física que nos rodea o nos conforma, lo que se convertirá en concepción estética en el escritor Alejo Carpentier propuesta como "Lo real maravilloso".


image.png
Fuente


Para finalizar, pues habría mucho que decir, el fragmento que considero fundamental del texto del tercer viaje de Colón:

Grandes indicios son estos del Paraíso Terrenal, porque el sitio es conforme a la opinión de esto santos e sanos teólogos, y asimismo las señales son muy conformes, que yo jamás leí no oí que tanta cantidad de agua dulce fuese así dentro e vecina de la salada; y en ello ayuda asimismo la suavísima temperancia. Y si de allí el Paraíso no sale, parece aún mayor maravilla, porque no ceo que se sepa en el mundo de río tan grande y tan fondo;

Este fragmento de Colón inaugura (o establece) la visión maravillada que nos ha caracterizado como continente, para bien o para mal. Paradisíaco, arcádico, edénico, nos seguimos considerando, y quizás lo seamos, lejos de etiquetas, pero también identificamos en una visión como esa algunos rasgos de la manipulación a la que hemos sido sometidos hasta nuestros días por diversos gobiernos, desde el alto Caribe hasta la Patagonia.


Referencias:

Colón, Cristóbal (1971). Los cuatro viajes del Almirante y su testamento (5ª ed.). España: Editorial Espasa-Calpe.
Chiampi, Irlemar (1983). El realismo maravilloso. Caracas: Monte Ávila Editores.


Gracias por su lectura.



Gif diseñado por @equipodelta

Gift TalentClub.gif

Sort:  

Para entender el impacto que tuvo en la cultura europea de finales del siglo XV, el descubrimiento de América. Sólo hay que comparar los ríos Europeos con el Orinoco o un bosque europeo con la selva tropical, e imaginar la impresión que esto causó a los navegantes de la época.

Así es, amigo @nenio. Las referencias naturales eran tan diferentes, aparte de las influencias culturales (medievales y renacentistas). Gracias por tu visita y comentario. Saludos.

Saludos @josemalavem muy interesante artículo, la narración dw Colón lo hace parecer algo salido de una serie de ciencia ficción, pero es historia, y debe haber sido algo fantástico ser un Europeo que ve por primera vez la selva. Es interesante también la forma de escribir el español de Colón, tiene ciertas diferencias con el actual.

Hola, @acont. Agradezco tu visita y comentario. Sí, no solo la conciencia del europeo del momento estaba muy influida por las leyendas medievales, y por vía del Renacimiento, de los mitos grecolatinos, sino que también había la propia propensión a la fábula.
El español que llegó a través de los conquistadores y colonizadores fue, por supuesto, el que iba tomando cuerpo en esos años, separado apenas hacía unos dos o tres siglos del latín. Colón era un hablante de ese español. Sin embargo, todavía conseguimos hablantes del español en nuestras tierras, sobre todo de origen rural, que usan expresiones anacrónicas, como las usadas por Colón.
Saludos.

Por aquí pasó El Comentador y valoró este comentario.
@josemalavem
Conócenos y comparte tu comentario para que sea valorado, únete a nuestro servidor de Discord.

Literatos-estatico.jpg

Esta publicación ha recibido el voto de Literatos, la comunidad de literatura en español en Hive y ha sido compartido en el blog de nuestra cuenta.

¿Quieres contribuir a engrandecer este proyecto? ¡Haz clic aquí y entérate cómo!

Gracias, amigos de @es-literatos.

Sin duda los ojos del almirante Cristobal Colón, al observar el continente americano y en particular la desembocadura del Orinoco y las costas de Venezuela, experimentaron un bálsamo y fue como colirio para sus ojos, que como expresas, por más de 30 días no habían podido descansar. La belleza de nuestro continente y la fuerza de una naturaleza, no transformada por el ser humano a primera vista causa un gran impaco positivo, tal cual se estuviese llegando al mismo huerto del Edén. Saludos @josemalavem, muy grato leer su post, a propósito de la fecha de ese acontecimeinto.

Agradecido por su visita y comentario, @juliocesar7. Ciertamente, fue una experiencia perceptiva de una naturaleza radicalmente diferente, pero también la influencia de un anhelo de encontrar unas tierras maravillosas (por la referencia legendaria de Marco Polo, entre otras) y la cosmovisión judeocristiana (el Edén, etc.). Saludos.

Siempre a la orden, grato leerle. Feliz día.

Por aquí pasó El Comentador y valoró este comentario.
@mercmarg
Conócenos y comparte tu comentario para que sea valorado, únete a nuestro servidor de Discord.

¿Quieres aprender más sobre los comentarios y su importancia? Visita la etiqueta #hivecomments y vuélvete un experto.