Noviembre sigue siendo un mes complicado en esta ciudad que me vio nacer, no sabes cómo afrontar el día en cuanto a abrigo, ropa ligera o incluso de agua, Málaga tiene esa casuística climática que hace que cada año si bien lo que afrontamos es una demora en el cambio de estación o adelanto del agua, en el tema temperatura no le va a la zaga, años atrás con un negocio de ropa lo veía de otra forma, ahora simplemente rezo por ellos, no hay forma de entender nuestro clima, quien llega de lejos me pregunta qué ropa trae y siempre les respondo igual, trae lo que te apetezca que seguro podrás ponértelo pero no olvides la cartera porque seguro que algo necesitarás comprar si no quieres pasar frío o calor.
Las mañanas son frías de temperatura pero cálidas a la vista, un paraíso engañoso tras el objetivo pero muy real a pie de calle, eso sí, contamos con la belleza natural del entorno y días sin viento que hacen de nuestro hogar un sueño para los miles de visitantes del norte de Europa, por cierto ahora se ve de otra forma, el Covid dicen quedó atrás aunque se empeñen los negacionistas de las vacunas en alargarlo en el tiempo por no querer ponerse un pinchazo. Alguno lo defiende creyendo que le ponen agua en lugar de vacunas y por eso los no vacunados no estamos recayendo y las cifras de hospitalizados se llenan de personas no vacunadas, igual en este paraíso también habría que negarles cierta atención sanitaria sencillamente por estúpidos.
Pero cambiamos de día y el horizonte predice sin miedo a equivocarse agua, mucha agua, las cortinas de agua son evidencias y el viento te pone en alerta ya que sopla de frente a nuestros rostros, es una belleza diferente, algo molesta pero igualmente hermosa, los visitantes no se preocupan porque saben que son días contados con los dedos de una mano para nuestra desgracia, lo embalses no piensan como nuestros turistas, los tenemos al límite de abastecimiento y si este invierno no se pasa por agua tendremos una temporada estival bien complicada y con restricciones, comentábamos el otro día que daban ganas de salir sin paraguas y empaparse de un agua tan esperada como necesaria. Este es nuestro invierno, frío húmedo de quizás este año tres meses, para mediados de febrero ya habrá chicas en la playa semi desnudas llevándose todo los rayos uva.
Contrastes que agudizan los sentidos cuando el ojo ve otra cosa. Mañana más...
