UN TRASLADO ACCIDENTADO

Dicen que la experiencia como rural forja tu carácter como profesional de la medicina, te ayuda a crecer y a evolucionar, porque al fin y al cabo es tu primera experiencia laboral una vez que te gradúas. En mi caso, me tocó hacer el internado rural en un lugar muy remoto de las costas de Aragua, en un pueblo llamado Chuao, al cual solo se puede acceder por vía marítima, puesto que no tiene una carretera. Como comprenderán, sacar una emergencia incluye trasladar al paciente en la condición que sea a través de un peñero hasta el puerto mas cercano que es Choroní, y de allí en ambulancia hasta el Hospital de mayor categoria en la ciudad de Maracay.

Una vez les conté como fue mi primer traslado, la primera vez que me subí en una ambulancia con una emergencia, algo totalmente nuevo para mi y para lo cual jamás me prepararon en la universidad. Porque si bien es mucha la teoría que ves en la facultad, nada te entrena para saber responder de manera eficiente ante una emergencia médica dónde la vida de tu paciente depende de las decisiones que puedas tomar en pocos segundos.

Hace unos días me tocó uno de estos traslados que te suben la adrenalina. Me acudió una paciente a consulta con antecedentes de miomatosis uterina, con un sangrado activo muy pero muy abundante. Estaba pálida, hipoactiva y cuando tomé sus signos vitales me encontré con una hipotensión de 90/40 mmHg, taquicardia 130 latidos por minuto, además de ello presentaba un llenado capilar prolongado, y frialdad a nivel de los miembros inferiores, lo cual me indicaba que hemo dinámicamente la paciente no estaba bien. Intentamos parar el sangrado y el medicamento que utilizamos le dio una reacción, comenzó con vómitos en múltiples ocasiones y se descompensó aún peor de lo que ya estaba.

En ese momento entré en pánico, por que un paciente hemonidamicamente inestable pone a correr a cualquiera. Decidí realizarle una hematología para ver sus niveles de hemoglobina y me encontré con la maravillosa noticia de que mi paciente tenía una hemoglobina nada mas y nada menos que de 4 mg/dL y un hematocrito en 12%, allí mi cerebro comenzó a dar mil vueltas sobre que podía hacer con ella, ya que obviamente debía trasladarla de URGENCIA al hospital, pero mi conflicto principal era que desde muy temprano nos habían avisado que debido a las fuertes lluvias había un derrumbe en la carretera de Choroní y por ende no había paso hacia la ciudad de Maracay. Se podrán imaginar mi crisis existencial sobre que hacer.

Con el tema de las lluvias la señal de telefonía estaba caída, no funcionaban los datos móviles, ni se podía llamar. Así que le di instrucciones a la licenciada para que agarran dos vías periféricas y colocaran 1000 cc de solución a la paciente y me fui a pedir el favor a personas de la comunidad que poseen wifi de que me prestaran la colaboración para poder comunicarme con Choroní y con Maracay para ver como podía hacer para sacar a esa paciente de Chuao. Para mi mala suerte en Choroní no tenían servicio eléctrico, por lo tanto señal de telefonía tampoco, entonces no podía llamar a los doctores y encargados de la ambulancia para que me dieron información del estado de la carretera. Luego uno de los muchachos de protección civil de Chuao decidió comunicarse con sus superiores en Maracay, quienes se comunicaron con los de Choroní por radio y lograron hacer el contacto con la ambulancia, allí nos informaron que en efecto habían varios derrumbes por toda la carretera, que se encontraban trabajando para poder restaurar el paso de vehículos, pero que por ahora no dejaban transitar ningún vehículo. A lo cual me preguntaron que si era demasiado necesario trasladar a la paciente, que si podía esperar hasta el día siguiente, me toco explicarles la delicada condición que tenía y las razones porque debía llevarla al hospital en Maracay lo mas pronto posible, por lo que me dijeron que les diera unos minutos para ellos resolver que se podía hacer.

Mientras esperaba la llamada de los de protección civil para ver si podía trasladar a la paciente o no. Me coloque a llamar hacia la costa de Ocumare, ya que su carretera si estaba en perfectas condiciones y contaban con una ambulancia activa. Sin embargo, el detalle es que desde Chuao hacia Ocumare de la costa son mas o menos 1 hora en peñero, y obviamente por la lluvia el mar no estaba en las condiciones mas óptimas para un viaje tan largo con una paciente en ese estado. Mi mente volaba, pensaba tantas cosas al mismo tiempo, me estaba desesperando, hasta que sonó de nuevo el teléfono, era el jefe de protección civil, con una buena y una mala noticia. La buena noticia era que si se haría el traslado por la carretera de Choroní, nos ahorramos el largo viaje hacia Ocumare. La mala noticia es que el traslado se haría con un trasbordo, es decir, que la ambulancia de Choroní nos llevaría hasta el derrumbe, y luego del otro lado nos esperaría otra ambulancia para terminar de hacer el recorrido hacia Maracay.

Me pareció un poco complicada la idea, pero era mi única salida. Así que fui a preparar todas mis cosas, revise nuevamente los signos vitales de la paciente, y me embarque hacia Choroní. Fue el viaje mas accidentado que puedan imaginarse, había tierra, escombros, plantas, ramas, basura y todo lo que se puedan imaginar por todo el camino. Hubo partes donde los cauchos se quedaban atascados, el paramédico se bajaba a cada rato de la cabina para retirar obstaculos de la vía. Hasta que llegamos al fin al punto del derrumbe, hicimos el trasbordo hacia la otra ambulancia y el mismo proceso hasta llegar al hospital.

Les juro que después que presenté y entregue al paciente en el Hospital respire profundo, fue como si me quitaran un peso de encima. Al final del día no pudimos volver a subir hacía Choroní porque comenzó a llover y supusimos que la vía se pondría aún peor que cuando la transitamos en el día. Ya eran las 10:00 pm, regresar a esa hora, con lluvia y muchos deslaves no sonaba como la mejor idea, así que me retornaron a mi hogar en Maracay, y posteriormente cuando la vía estuvo transitable de nuevo fue que pude volver a Chuao.

Esta son ese tipo de experiencias que te llevan al límite y sacan lo mejor de ti. A pesar de que el camino fue una odisea, todo fue accidentado, desde la falla del servicio eléctrico, hasta el camino por la carretera, al final todo resulto muy bien. Ya han pasado algunos días y la paciente esta estable, esperando mejorar los valores de su hemoglobina para que puedan realizarle una cirugía llamada histerectomía, para poder resolver su problema de la miomatosis. En fin una anécdota mas, una experiencia mas para contar. Espero disfrutaran del relato, nos vemos en la siguiente publicación.

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Crónicas de un Médico Rural - Un traslado contra viento y marea

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