La firma de velas Dyptique fue fundada en Francia en el año 1963. Sus primeras velas fueron Aubépine, Thé y Cannelle y se hacían a partir de una mezcla de cera y perfume. Como en todas las velas Dyptique, el proceso artesanal que consta de 9 pasos, está todo elaborado a mano. Cada vela es una mezcla de ceras de primera gama específicamente mezcladas y posteriormente analizadas en frío y en caliente por expertos artesanos en cera.
Dyptique tiene un amplio abanico de fragancias, tanto en velas como en otros productos pero podríamos decir que las velas se han convertido en el producto estrella de la casa. El perfume es uno de los elementos más importantes a la hora de de elaborar una vela. Cada fragancia reacciona de una manera diferente al quemarse. Encontrar el equilibrio perfecto es un proceso lento y meticuloso y requiere entre un 8 y un 12% de concentración de fragancia.
Los vasos de cristal se llenan en un proceso totalmente manual con cera a una temperatura entre 60 y 70 grados. También la colocación de la mecha se hace de forma manual. Cada detalle en la elaboración de las velas es exquisito y de ahí su precio : 52€ los 190g. Entre sus “best sellers” encontramos las velas Figuier y Baies, tengo las dos y no sabría decir cual de los dos aromas me gusta más... quizás Figuier por su halo Mediterráneo.
Cuando las velas se acaban los vasos son ideales para reutilizarlos, a mi me gustan como portalápices y para colocar los pinceles de maquillaje. Su logotipo inconfundible le da ese toque francés a mi tocador... y qué más os podría decir de estas velas, simplemente que me encantan sus aromas y que definen el olor de mi dormitorio.
¿Y vosotr@s? Habéis caído también en la tentación francesa Dyptique?
