El comienzo de la ceguera
El hombre saludó efusivamente como si fuera un viejo amigo del barrio. La gente reunida, con todas sus miserias, se le quedó observando. Como un zorro cum laude, el hombre observó la reacción arisca de la gente y se acercó a un grupo de mujeres y hombres, y le dio la mano. Sorprendidos y andrajosos, famélicos, iguales a sus perros sin nombre y sin dueños, tendieron sus callosas y sucias manos haciendo reverencias con la cabeza.
Al percibir este gesto de pleitecía, comenzó su discurso: Yo soy igual que ustedes, que padece las mismas penurias. Como ustedes, padezco la delincuencia -dijo y la gente se miró de arriba abajo consciente de sus pocas pertenencias. El hombre no se amilanó y siguió su monólogo: como ustedes paso hambre y cada día debo buscar el pan para mis hijos. Mi intención es hacerles las cosas más fáciles -dijo y un puñado de personas gritó "Bravo, bravo", con mucho brío.
Al ver aquella reacción, el hombre se sintió fortalecido: "Habrá un bono para aquellos que no trabajan, también les daré una casa, un bono igual para las embarazadas", y así siguió prometiendo sobándose su panza. Pero eso sí, dijo como si fuera una amenaza, deben votar por mí porque yo soy su pana. La gente reunida alegre y eufórica exclama: "Presidente, presidente", sin darse cuenta de la mentira y la maña.
Según leía, me venía a la memoria aquél gran relato de Miguel Delibes, posteriormente llevado a las pantallas, titulado el disputado voto del señor Cayo, ambientado también, como tu relato, en la Castilla más pobre y desesperada: aquélla (al menos la que todavía existe) que continúa esperando todas las prebendas prometidas. Si hay alguien con el que Dios bosteza y el Diablo se frota las manos, es con el político. Abrazos
Qué imagen me has dado, hombre!!Ciertamente con el político, el diablo sabe que tiene un hombre ganado. Lástima que en todos los países sean iguales y que sean muy pocos los buenos. Te abrazo!
Pues sí, así comenzó la cosa, como dicen. Los políticos que envilecieron a la gente humilde manipulando sus enormes necesidades, prometiéndoles el bienestar igualitario y fácil, pero insuflando el resentimiento y la indolencia. Un relato que recoge bien esa miseria de los políticos que se empoderaron con la miseria de los pobres. Un abrazo, @nancybriti.
Te acuerdas, @josemalavem? Hay mucho de maldad en aquel que sabiendo las miserias hace fiesta con ellas. Y así funcionan muchos políticos. Doy para que me agradezcas!! Triste destino de aquel pueblo que más que exigir a sus dirigentes, deba agradecerles. Abrazos
Relato que configura crudamente la realidad política de muchos países. Lo lamentable es que la ceguera parece interminable.
Cómo te explico, @jesuspsoto!!!!! Justamente es eso!!! Siento que cada día somos más ciegos y que, a pesar del abismo, mucha gente sigue apostando a algunos procesos. Saludos y gracias por comentar
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Así mismo, ni más ni menos, @franvenezuela! Saludos