Hay comidas que deberían considerarse un pecado... solo el mero hecho de verlas y olerlas es algo que en según qué circunstancias debería estar prohibido.
Esta tarta de tres chocolates es un gran ejemplo... una tarta solo apta para gente con las arterias libres de colesterol, ya que comerte un trocito puede implicar un infarto de miocardio inmediato...
Pecado o no, riquísima y totalmente recomendable para los que tienen ese amor incondicional al chocolate.