Una de las comidas más sabrosas y más valoradas para esos amantes de la carne y de la gastronomía española, el rabo de toro.
Guisado durante horas a fuego lento, con vino tinto, algo de mermelada, esta está mezclada con carrillera, ya que conseguir rabo de toro no es fácil.
Una carne que se deshace en la boca, con un sabor impresionante y cuya textura es inconfundible, por lo gelatinoso del cartílago del rabo.
Un placer para los sentidos y que de lo que uno nunca se cansa...
Se ve especial! Buen provecho😄