It had been months—yes, full months—since my wife and I last sat together to play something cooperatively. After finishing Army of Two: The Devil’s Cartel, we took an unplanned break without noticing it. But a few days ago, while passing by a game store, I spotted a title with artwork that grabbed me instantly: vibrant colors, wild characters, and that special glow that whispers “this could be fun for couples.” I didn’t watch a trailer or read the description; I grabbed it, paid, and left thinking, “Either this brings us joy… or destroys our relationship.”
Hacía meses —sí, meses completos— que mi esposa y yo no nos sentábamos frente al televisor a jugar algo juntos. Después de terminar Army of Two: The Devil’s Cartel quedamos tan drenados que, sin darnos cuenta, nos tomamos un descanso cooperativo involuntario. Pero hace unos días, caminando por una tienda, me topé con un juego cuyo arte me llamó al instante: colores vibrantes, personajes exagerados y ese brillo especial de “esto se puede jugar en pareja y reírse un rato”. No vi ni trailer; lo agarré, lo pagué y salí pensando: “Esto tiene pinta de regalarnos un buen rato… o de destruir nuestra relación, cualquiera de las dos.”
Luckily, it turned out to be the first option… with a tiny taste of the second.
We entered the game quietly, like people testing the water before jumping in. The first few minutes were peaceful: learning controls, walking in sync, commenting how beautiful everything looked. The game truly is gorgeous—caricatured style, but full of detail, smooth animations, and colors that seemed to glow on their own. Best part? Local co-op. Just us, the couch, and a game that had no idea it was about to suffer.
Por suerte fue lo primero con un toque de lo segundo.
Entramos al juego bien tranquilitos, como quien se asoma a un río pensando que será poca cosa. Los primeros minutos fueron pura armonía: aprendimos los controles, caminamos coordinados, murmuramos un “ohhh qué bonito se ve esto” cada vez que aparecía un escenario nuevo. Porque sí, el juego es hermoso. Tiene ese estilo artístico medio caricaturesco, pero con detalles cuidados, animaciones fluidas y colores que parecían salirse de la pantalla. Y lo mejor: ¡coop local! Nada de lag, nada de servidores, nada de dramas. Solo nosotros dos y un sofá.
I chose Karl, the grumpy dwarf with a beard bigger than his body and a shotgun that shook the controller like thunder. My wife, meanwhile, fell in love with Galandra, a warrior wielding a long Chinese sword, graceful and deadly—so elegant she looked like she was dancing while fighting. Five minutes later she fell off a cliff trying out a new ability. A true artist.
Yo elegí a Karl, el enano más tosco, gruñón y salvaje que puedas imaginar: barba gigante, músculos cuadrados y una escopeta que parecía hecha para derribar elefantes. Cada vez que disparaba, el control temblaba como si tuviera miedo.
Mi esposa, por su parte, se enamoró de Galandra, una guerrera con una espada china larga, elegante y mortal, con animaciones tan fluidas que parecía bailar mientras repartía golpes. Cinco minutos después cayó por un precipicio intentando usar un poder nuevo. Toda una artista.
The game quickly dropped its Lore on us: a collapsing world full of twisted creatures, ancient energies, and magical temples. Every character carries a dramatic backstory worthy of a 90s anime. Karl comes from an order of dwarves fighting underground corruption; Galandra belongs to a spiritual sword-school. Exaggerated? Yes. Entertaining? Absolutely.
El juego nos soltó rápido su Lore: un mundo en colapso lleno de criaturas deformes, energías antiguas y templos mágicos donde cada personaje tiene un trasfondo más dramático que anime de los 90. Karl viene de una orden de enanos que luchan por mantener a raya la corrupción del subsuelo, y Galandra pertenece a una escuela de espadachines espirituales. Todo exagerado, todo buenísimo.
Then came the attempts…
First attempts: failures caused by my mistakes.
Second attempts: failures caused by her questionable power choices.
Third attempts: failures caused by both—but she still insists it was my fault.
The gameplay is charming but treacherous: easy at a glance, deadly if you relax.
Luego vinieron los intentos.
Primeros intentos, fallos míos.
Segundos intentos: fallos por las elecciones de poderes de ella, que parecían hechas para complicarnos la existencia.
Terceros intentos, fallos compartidos (aunque ella dice que fue culpa mía).
La jugabilidad es simpática pero traicionera, parece fácil, pero en cuanto te confías, algún enemigo te da una paliza ejemplar.
Even so, we laughed the whole way: shouting, dying in ridiculous ways, and discovering combos by accident. And after enough suffering, we managed to reach the Horco of the High Zone, a bizarre creature that looked like a ritual experiment gone wrong. We almost beat it… almost. The game clearly decided we needed more humiliation and sent us straight to the Sanctuary.
Aun así, nos reímos todo el camino, gritos, muertes absurdas y combos descubiertos por accidente. Y después de suficiente sufrimiento, llegamos hasta el horco de la zona alta, una criatura rara, enorme, como salida de un ritual prohibido. Casi lo vencimos… casi. El juego decidió que necesitábamos más humildad y nos mandó directo al Santuario.
Now we’re there: talking to NPCs, reorganizing abilities, blaming each other with love, and preparing for future disasters. If there’s something we learned, it’s that co-op gaming is an art form: patience, coordination, chaos, and a lot of laughter.
More updates soon from this heroic journey of two certified noobs.
Así que aquí estamos conversando con NPC, reorganizando habilidades, echándonos la culpa con cariño y preparándonos para los futuros desastres. Si algo aprendimos, es que jugar en pareja es un arte, paciencia, coordinación, caos y mucha risa.
Próximamente subiré más actualizaciones sobre este recorrido épico de dos mancos profesionales.
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Wow! ¡Qué privilegio tienes al poder compartir juegos con tu esposa! ¡Felicidades!
Sii, nos pasamos muy buenos ratos juntos , lo que solo cuando se alinean los astros y algún juego le gusta.