La realidad me ha golpeado sin aviso, es como despertar al escuchar un grito lejano, 25 años casados y en este momento no sé si por fin pudimos despertar del letargo o abrazamos el cansancio sin saber cuándo llego el final. Nuestras carencias, defectos y errores; se lo que puso fin a nuestro matrimonio, pero ¿Cómo odiarte? aunque reconozco que hemos atravesado un infierno en silencio. Nuestros hijos son el recordatorio de los buenos tiempos y de aquellos días donde una sonrisa podía ser la máxima felicidad. Hoy solo llevo a cuestas lo poco que tengo y miles de pensamientos que pueden parecer vanos, el miedo en mi cuerpo me dice que debo empezar de nuevo una vida, la vida que hace 25 años comencé y hoy perdí. Mi mamá siempre tuvo la razón un hombre no tiene casa y quizás en algún momento debamos regresar a nuestro primer hogar.
Saludos, interesante tu propuesta al microrrelato y hay situaciones dolorosas que nos dejan solo con un bolso y el no sé a dónde ir.
hay situaciones de situaciones, pero sin duda todos podemos terminar así por cosas de la vida, claro no es algo que le deseo a nadie pero ocurre mas de lo que podemos pensar,
Por eso hay que firmar un acuerdo de separación de bienes. Igual si se divorcia, le corresponde por ley el 50% del inmueble, que no se abolsa y de pelea XD La mujer después va a meter a un carajito a disfrutar de la casa que tanto le costo.
Señor suélteme el brazo jajajajaja. Hay casos de casos, pero la norma general indica que terminamos regresando a casa de nuestros padres o comprando algún lugar.
y no hay manera de recuperar ese enlace? apuesta por esos buenos momentos y que esta foto sólo sea un momento pasajero.