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La primera vez que ví esta imagen, me sorprendió, y no, a la vez. Me sorprendió por lo interesante que se vé, pero no se me sorprendió porque reconocí enseguida el estilo de la herrería, tan común en las rejas de las viviendas en todo México, por lo que pensé que se trataba del auto de un herrero o de un fanático de los "vochos" que se lo encargó a un herrero, y no estaba tan lejos de la verdad, pero aquí es donde se pone interesante la historia.
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Esta obra si fue realizada por un herrero, y su nombre es Rafael Esparza Prieto, y es mexicano. Pero hasta ahí las coincidencias con mi suposición, ya que además no hizo solo uno, sino una serie limitada que está distribuida por todo el mundo.
Resulta que quien le encargo la primera de estas carrocerías a Esparza, fue el dueño de una tienda de autopartes, que lo quería como un elemento distintivo, una atracción dentro de su negocio. Pero quiso el destino que un buen día lo viera un empleado de las fábricas de la Volksewagen que había en México y le preguntó si podía hacer otro, esta vez para la propia Volkswagen.
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El éxito de la carrocería fue tal que la empresa contrató a Esparza para realizar otros para promocionar los juegos olímpicos del '68 en México, y luego para poner en concesionarias de la Volkswagen por todo el mundo.
Al final Esparza construyó 20 de estas carrocerías para la transnacional, y un par más para particulares, que sumados al orginal de la tienda de autopartes nos da un total de 23, aunque nadie sabe a ciencia cierta si hay alguno más por ahí del que no se tenga conocimiento.
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Uno de estos vehículos ya fue subastado en alguna ocasión en RM sotheby's, y se vendió en poco más de 78,000 dólares.
¿La moraleja de esta historia? Bueno, pues que uno nunca sabe el valor de lo que tiene, o subestima el valor que le puede dar los otros.
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Tenemos una riqueza cultural en México de la no somos conscientes y que está llena de historias como esta que nos hacen darnos cuenta de ello, lo que no debería ser necesario, pero desafortunadamente uno no siempre valora lo que tiene hasta que otros lo hacen.
Así que si crees que lo que haces no tiene valor, puede que un día como Rafael Esparza Prieto, te des cuenta de que haces cosas más sorprendentes de lo que esperabas.
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©bonzopoe, 2020.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.