El Secreto del Señor Holmes | Capítulo 1: La Mudanza

in GEMS3 years ago

¡Hola Troncos!

Hace mucho tiempo que no comparto una historia pro acá, y me hace mucha ilusión regresar.

Se trata de una historia que ha estado conmigo desde hace dos años, a la cual le tengo mucho cariño. Estaba olvidada dentro de mis carpetas en la pc y decidí retomarla. Tenía muchos errores y cosas que no me gustaban, pero la actualicé y le corregí muchos detalles, y la verdad estoy feliz con el resultasdo.

Espero les guste!

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Capítulo 1: La mudanza.


Era una tarde soleada cuando el padre de Abraham, el señor William Martin, llegó con la noticia.

- ¡Nos mudaremos! - gritó el señor Martin mientras caminaba de un lado a otro.

- ¿¡Nos qué!? - preguntó Abraham aturdido, mientras veía a su padre corretear por la casa.

- Nos mudamos, cariño - explicó la señora Martin calmando al pobre chico - Tu padre consiguió un trabajo en el puerto y debe mudarse lo más pronto posible, por lo que iremos con él para acompañarlo. Estaremos todos juntos, y será mucho mejor ¿No lo crees, cariño? - preguntó al ver el rostro del chico tan confundido -.

- Si, pero... ¿Y la escuela, y mis amigos? - insistió inseguro -.

- Te inscribirás en el mismo instituto que tus primos, Abraham - comentó el señor Martin un poco más calmado - Y en cuanto a tus amigos - prosiguió con delicadeza - podrás seguir hablando con ellos por mensajes y video llamadas, además, los fines de semana podemos regresar acá y pasear un poco ¿te parece?

- Bueno, no lo sé - respondió Abraham cabizbajo -.

- Vamos amor, que todo esto es para mejor - le consoló la señora Martin - cuando nos instalemos allá, verás lo magnifico que es el puerto y tu nueva escuela; además de que la casa es mucho mejor.

Abraham frunció el ceño.

- Será como vivir aquí, solo que... ¡en el puerto! - bromeó la señora Martin -.

- ¡Exacto! ¡Solo que en el puerto! - exclamó Abraham, mirando al suelo - saben lo difícil que es para mí el conseguir amigos, y más cuando tengo la presión de ser el "nuevo" - gesticulando comillas con sus dedos - no creo que sea lo mejor... ¿tan horrible sería que fueras solamente tú papá? - preguntó de manera directa a su padre -.

- Abraham... - aguardó un momento el señor Martin, mientras miraba a su esposa en busca de auxilio. Los dos se vieron y luego regresó la mirada a su hijo - dale una oportunidad ¿si? te prometo que si a las semanas las cosas siguen siendo algo "duras" para ti, y sigues prefiriendo este lugar por sobre el puerto, regresarás con tu madre y yo me quedaré trabajando. Nos veremos los fines de semana pero, estaré viviendo allá. ¿Qué opinas? ¿te parece bien?

Abraham intentó disimular su alegría y alivio, para no parecer cruel con la idea de abandonar a su padre en un pueblo lejano y extraño, aunque fracasó en el intento dejando ver una mueca torcida.

- Bueno, está dicho entonces. ¿Qué te parece si vas a hacer las maletas? - dijo el señor Martin con tranquilidad, mientras le colocaba la mano en el hombro a Abraham-.

- ¡Si! ¡Vuelvo enseguida! - gritó Abraham-.

Los días que prosiguieron a este fueron más tranquilos, ya que Abraham tenía claro lo que sucedería. Estaría poco tiempo en el puerto y se la pasaría fatal, por lo que se vería obligado a regresar junto a su madre, abandonando a su padre trabajando.

Las ideas de una casa nueva, y un instituto y compañeros diferentes, atormentaban la mente del pobre chico, quitándole el sueño durante varias noches y brindándole bastante estrés e inseguridad. Los días siguieron pasando y los últimos tramites y diligencias que el señor Martin debía atender estaban completados, convirtiendo a la mudanza en una realidad.

La noche anterior a la partida, Abraham fue torturado por sus pesadillas. En estas era asesinado por sus nuevos compañeros de clases, su nuevo hogar se lo tragaba vivo y su familia lo abandonaba en la oscuridad del puerto.

A la mañana siguiente, cuando su madre entró a despertarlo, Abraham yacía aun en su cama despierto y sudado. La señora Martin no pudo ignorar el estado actual de su hijo, por lo que sorprendida se acercó.

- Cariño, ¿qué tienes?

- ¡Es todo esto de la mudanza! - expresó Abraham exaltado - Me tiene los pelos de punta.

- Hijo, todo va a estar bien. Confía en nosotros ¿si? Será una completa aventura - dijo la señora Martin mientras abrazaba al chico.

Abraham no creyó ni una sola palabra de su madre debido a las pesadillas tan vividas que había tenido, por lo que no esperaba menos que una horrible y espantosa experiencia en ese lugar. La única idea que tranquilizaba su mente era el posible regreso junto a su madre a su hogar, siempre y cuando le demostrase a sus padres lo malo que sería vivir allí. Tras haber terminado de empacar los últimos libros que le quedaban en el estante, bajó las últimas maletas y las guardó junto a su padre en el maletero de la camioneta familiar.

El viaje hasta el puerto fue bastante largo, pero el clima y el paisaje hizo de este uno muy gratificante. Abraham pasó todo el recorrido recostado de la puerta izquierda detrás del asiento del piloto, observando por la ventada los frondosos arboles que rodeaban a la ruta en la que transitaban, mientras escuchaba la música que su padre colocaba durante el viaje. Después de casi 3 horas en carretera, al fin se pudo presenciar el gran cartel de bienvenida de la ciudad:

"Bienvenidos al Puerto DeLoreal"


Abraham de la nada, sintió un cosquilleo en el estomago seguido de una puntada, la cuál duraría punzante durante un rato. Esto no era más que una señal del destino, según el chico, que le confirmaba no debían estar allí.

Después de haber paseado durante varios minutos por tiendas, y demás centros comerciales y urbanizaciones, llegaron a su nuevo vecindario.

- Esto está normal - pensó Abraham al ver las casas de sus nuevos vecinos-

Al estacionar la camioneta, empezaron a subir las maletas. Abraham se tomó un momento, y dio una ojeada rápida al vecindario. Lo que pudo notar fue que, en general, el ambiente era bastante tranquilo, sin mucho ruido y con suficientes vecinos. El chico solo pudo apreciar a unas señoras sentadas a dos casas de la suya, conversando tranquilas en el porche de una de las dos. Observó detenidamente, sin moverse de su sitio, cada casa alrededor para ver si encontraba algo que no fuera de su agrado, pero no encontró nada. Ya convencido de que nadie intentaría matarlo mientras dormía, y que no había más que viejitos en ese lugar (basándose solo en lo que habia visto), decidió entrar a la casa para ver que tal estaba.

Ya casi había entrado cuando, bruscanmente desde la casa de al lado, pudo escuchar el ruido de una ventana cerrarse muy fuerte, asustandolo por completo. En la misma casa, tras haber pasado unos segundos, se escuchó a un hombre gritar varias veces mientras cerraba cosas. Abraham creía que podría tratarse de una agresiva pelea domestica. El chico se quedó plantado en el piso, escuchando con atención aquellos sonidos y ruidos, los cuales después de un momento, cedieron. Todo quedó en silencio, y el ambiente volvió a ser el mismo. El chico al ver que no sucedía nada, decidió retomar la compostura y correr a su casa.

Al entrar, el hogar era bastante diferente a lo que había podido imaginarse en sus diferentes pesadillas. Para comenzar, la casa nueva era bastante cálida, además de acogedora. Tenía una sala bastante amplia, con un comedor separado de la cocina posicionado en el medio de la sala. Tenía una escalera que llevaba al piso de arriba, y terminaba justo enfrente a un pasillo. Pasillo que comunicaba a cuatro recamaras. La primera era una habitación muy grande (suponía el sería la de sus padres), y las otras tres, habitaciones medianas y un baño. Tras pensar un rato decidió agarrar la habitación mediana que quedaba al final del pasillo, dando a la casa de al lado.

Con ayuda de su padre terminó de llevar todas las cajas y maletas a su nueva recamara, y el resto de cosas las terminó de hacer el mismo.

Empezó desempacando cuadros y afiches que tenía en una caja pequeña. Luego encontró una pequeña cortina encima de su maleta, y decidió colgarla. Después de pensar por un rato como colocarla, consiguió la manera perfecta de hacerlo, pero al acercarse notó como dos pequeños ojos amarillos lo observaban desde la ventana de la casa de su nuevo vecino.


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"...Pero al acercarse notó como dos pequeños ojos amarillos lo observaban desde la ventana de la casa de su nuevo vecino."


Abraham gritó sin pensarlo, y el observador se ocultó de manera rápida. El chico cerró la cortina y se sentó un momento en el suelo. La misma persona que hace unos minutos había hecho todos esos ruidos extraños y cerrados todas sus ventanas de golpe, lo observaba desde su ventana. Su mente le presentó un abanico de posibles escenarios, pero en realidad, podría haber sido cualquier cosa. Esa persona pudo haber tenido curiosidad de ver quiénes serían sus nuevos vecinos y por ello haber salido a echar un vistazo. También pudo sentir curiosidad por el ruido de la mudanza, o solo estar viendo a través de su ventana cuando Abraham decidió guindar su cortina. O tratarse simplemente de un asesino en serie que espiaba a sus víctimas antes de matarlos.

Tardó un rato sentado en el suelo, pensando en todas las cosas malas que esta persona haría dentro de su hogar, sola en la oscuridad. Pero por fortuna, sus pensamientos fueron interrumpidos por la clara voz de la señora Martin quien lo llamaba para comer.

Continuará...

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!


"Abraham asustado": Dibujo Original.


ChristopherB - Animado.png

Historia original @christopherb.

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¡Hola! Debo admitir que llegué aquí después de haber visto tu ilustración digital (la cual, por cierto, te quedó increíble, ¿la haces desde una pc?), pero quedé muy sorprendida y ansiosa por la continuación. No sé hacia dónde te dirijas, pero espero leerlo porque sólo con esto ya me has atrapado y siento que viene algo bueno, jajsaj.

¡Hola! ¡Muchas gracias por pasarte! Aprecio mucho tu comentario, de corazón. Me alegra que hayas descubierto la historia, esta un poco (bastante) escondida debajo de todos esos increbiles trabajos que hay en la plataforma, por lo que me llena mucho que hayas podido leerla. Detallazo el que te hayas pasado por el dibujo, se aprecia mucho, y sí, lo hago en la pc jaja. Espero puedas seguir conmigo la historia. ¡Un gran saludo!

Recién la estás empezando, así que no dudo que más adelante tendrás más receptividad. Como ya te dije, estoy ansiosa por la continuación así que espero sí poder leerla toda, aquí me tendrás esperando actualización, jajsja. Mucha suerte y buenas vibras para la creatividad.😄