Tormenta
de adentro o del cielo,
con vientos, lluvia y sin suerte,
con mucho o ningún escándalo,
Cubre nuestro cuerpo o alma,
y para salir de ella siempre necesitamos calma.
dejar ir o saber esperar,
pero siempre debemos estar atentos,
de saber el momento de prosperar,
porque después de estar mojados,
solo el alma queda maravillada.
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