Saludos amigos de Hive.
Ya sea que hablemos de un día o un mes, bajo cualquier condición, todos tenemos un tiempo limitado. Y hacer un buen uso del tiempo es esencial para el logro de cualquier objetivo.
Pero, con tanto que hacer y tantas responsabilidades que vamos adquiriendo en el día a día, parece que nunca hay tiempo para para algo importante, darnos un tiempo para hacer algo que nos relaje o hacer algo que nos nutra de otra forma, leer un libro, hacer ejercicio o aprender otro idioma, o simplemente hacer nada. Son cosas que quizás nunca tenemos tiempo de hacer.
Hablo desde mi perspectiva, hasta que la cuarentena no le puso una pausa a mis tareas habituales no conseguía tiempo para hacer otra cosa que no fuera trabajar. Y es que con una economía tan distorsionada como la que vivimos actualmente los venezolanos, y quizás muchas otras personas desde su propia realidad, que nos apresuramos día a día a salir a trabajar para poder mantener nuestro hogar. Si no, es que muchas veces sacrificamos el valioso tiempo de compartir con la familia o el que podemos dedicar a nosotros mismos por cumplir plazos y apretadas metas de entrega.
Cuando hablaba con un amigo me decía, ya estoy cansado de perder el tiempo, trate de animarlo y acabamos reflexionando un poco al respecto. Le pregunté, ¿cuándo fue la última vez que tuvimos tanto tiempo para hacer otra cosa que no fuera del trabajo? Pensó por un momento la respuesta, y es que llegamos a trabajar los 7 días de la semana. Presionándonos más para lograr más.
Entonces, mientras vamos a toda velocidad por cumplir con metas laborales que nos hemos trazado o que las mismas condiciones nos van imponiendo, porque siempre estamos corriendo tras una cosa u otra, tendemos a olvidar algo muy importante, regalarnos un tiempo para relajarnos.
Ciertamente hay cosas que nos están preocupando, cada quien tiene una realidad diferente, pero, sin un momento para retomar el centro y fortalecernos no podremos volver al mundo productivo. Los momentos de relajación son importantes, nos brindan paz y serenidad, calmar el cuerpo y la mente nos proporciona descanso y distensan los nervios y músculos cansados por el estrés diario, y lo mejor, y quizás nos dejen ver con claridad una solución que antes no habíamos concebido.
Antes de la pandemia no teníamos tiempo para nada, y ahora, tenemos tiempo suficiente. Entonces hagamos cosas que teníamos pendientes por hacer; el ejercicio físico era una de mis asignaturas pendientes, antes no conseguía tiempo para fortalecer el cuerpo, y vaya que me hacía falta, trabajo muchas horas de pie, y hacer sentadillas sí que me estaba costando, este fue un buen momento para revitalizar las articulaciones. Además, el ejercicio reduce los niveles de ansiedad que me estaban provocando estar todo el día en casa.
Por otro lado, comencé a leer un libro que mi hermana me presto hace algún tiempo y retome postear en mi blog, antes en steemit y ahora en Hive. Esta es una de las cosas que más disfruto hacer durante esta cuarentena, y mantiene mi mente ocupada y de cierta forma me evita la ansiedad de estar sin actividad.
Bien, aún hay muchas personas que pueden mantenerse enfocados en sus objetivos laborales en estos días, y han conseguido formas de seguir trabajando, pero para los que debimos paralizar por completo nuestras labores es importante tomarnos el tiempo de relajarnos para poder mantener el cerebro sano, y no salir más agobiados de la cuarentena que cuando se inicio.
Respeto a las personas que aún usan este tiempo para trabajar, pero también respeto a los que no, está bien si utilizas este tiempo para leer, para ocuparte de reparaciones pendientes en el hogar o si tan solo ponerte al día con las series que te gustan o disfrutar un maratón de películas.
Así que mis amigos, estábamos inmersos en una frenética rutina donde tratábamos de exprimir hasta el último minuto del día, a expensas de nuestro bienestar, tanto que la idea de hacer nada era desconcertante, sin embargo, en este momento la habilidad de aprender a relajarse podría ser la habilidad más importante que podríamos aprender. Ya que de un estilo de vida frenético y agitado solo vamos a cosechar estrés y ansiedad.
En conclusión, relajarse no es perder el tiempo, pues, asumiendo que no estés muerto, siempre estás haciendo algo, incluso si solo estas saboreando el placer de hacer nada. Se trata de hacer una inversión que te hará más productivo.
Recuerden mantenerse en casa, busquen una actividad relajante, hasta la próxima!