Cuánto me gusta la playa
y correr sobre la arena
jugando con mi pelota,
mi tobito y mi paleta.
Allí ví a un cangrejito
que caminaba hacia atrás,
se fue corriendo rapidito
cuando lo quise agarrar.
También un caracolito bebé
guardado en su conchita,
asomó su cabecita
y a mí me dio mucha risa.
Quería llevarlo a casa
para así con el jugar
pero mamita me dijo
que la playa era su hogar.
Lo dejé allí tranquilito
a mi amigo el caracolito
tal vez si volvemos a ir
jugaremos otro ratico.
Ya cansaditos estamos
y debemos regresar.
Pasé un día divertido
con la arena y con el mar.