Encuentro fortuito
era la mejor opción,
estaban en direcciones diferentes,
aunque tenían la necesidad
de dar y recibir amor.
Cada uno tomó su rumbo
y el dolor de ellos se apoderó,
pensaban que era imposible
seguir la vida después
de aquel adiós.
Los días pasaban lentos
y todo estaba roto en su corazón,
no tenían apetito
y tratar de dormir era lo peor,
la vida ya no tenía el mismo valor.
Luego se acostumbraron
a vivir con el vacío que eso les dejó,
lucharon con todas sus fuerzas
para seguir adelante,
aunque les faltará la ilusión de ese amor.
Resignados estaban ellos
y decididos a enterrar
lo que una vez los unió,
aquel sentimiento genuino
que de esperanza los embargó.
Pero pasó algo inesperado
que a los dos los sorprendió,
un encuentro fortuito
nuevamente los estremeció,
confirmando que su amor nunca murió.