Fuente
Entre las muchas anécdotas que puedo contar de mi tiempo trabajando con la empresa canadiense en las selvas de San Camilo está una muy peculiar.
Tuve que ir a Maracaibo a llevar uno de los rústicos que presentaba fallas, por lo cual el viaje fue largo y tedioso, ya que la velocidad máxima a que podía ir era de 60 kilómetros por hora, además iba solo, por lo que fue toda una odisea.
Al llegar a las oficinas ubicada en el kilómetro cuatro me dicen que debo esperar para el otro día al mediodía, mientras los mecánicos resuelven la falla, de tal manera que me fui a casa de mi compañera de ese entonces, madre de mi hija mayor que en ese momento tenía meses de nacida y allí tuve que hacer algunas diligencias que me llevaron el resto del día.
Para colmo de males a la niña le dio fiebre de noche y tuvimos que llevarla al hospital, por lo que dormí muy poco y cuando me tocó irme no estaba en las mejores condiciones para un viaje de varias horas, pero de cierta manera estaba acostumbrado.
Llegué a las oficinas y me encontré con el inconveniente que el vehículo no había podido ser reparado y que debía irme ya que mi presencia era importante allá, de tal manera que me dieron una camioneta F100 y endosaron un joven recién reportado como ayudante de cocinero para que lo llevara.
Me pareció bueno tener compañía, aunque el joven terminó siendo poco hablador, solo pude saber que trabajó en el restaurant de un hotel y que últimamente estaba atendiendo un puesto de pastelitos por el sector donde vivía, que era Altos de Jalisco.
Cuando le expliqué las condiciones del lugar noté que no era lo que le habían dicho pero no le hice mucho caso al asunto, ningún citadino se acostumbra al monte fácilmente.
Llegamos pasadas las 10 de la noche al pueblo de La Victoria y en las oficinas me dijeron que debía llevar unos bidones de gasolina a un rustico que se había quedado en una hacienda llamada estalingrado, cuyo propietario fue secuestrado por la guerrilla.
Mi acompañante cada vez estaba más temeroso por lo tétrico del ambiente pero no me dijo nada, así que me lo llevé para dejarlo en el campamento después de dormir en el lugar donde iba a llevar la gasolina.
Pocos conocían esa selva de noche como yo, a pesar de tener poco tiempo allí, y esto se lo debía a los guerrilleros, a quienes le hacía encargos de provisiones en el pueblo, algo que era prohibido pero como buen indio sabía que quien mandaba en esa selva eran ellos.
Cuando llegué al sitio indicado los compañeros estaban a punto de llorar por el percance, ya que el temor a ser atacados por los subversivos era generalizado en los habitantes del lugar y este era uno de ellos.
Llevaba mi hamaca para dormir en una enramada en la hacienda y mi acompañante, como es obligatorio en el trabajo tenía la suya, pero nos topamos que el vigilante del lugar se había ausentado y no había manera de entrar hasta allá, así que puse una lona en el cajón de la camioneta, una almohada y me tiré a dormir allí.
Marino hizo lo mismo pero cuando me estaba quedando dormido me preguntó qué era lo que volaba por los árboles.
Yo entreabrí los ojos y vi que eran murciélagos, pero más dormido que despierto, por el excesivo cansancio de mi cuerpo, le dije que eran vampiros.
Cuando desperté ya eran más o menos las seis de la mañana y lo primero que vi fue a mi acompañante con apariencia de zombi, ojos desorbitados y cara de miedo, le pregunté.
-¿Qué te pasa? ¿No has dormido?
Y me respondió:
-No, porque después no sacaban la sangre los vampiros.
Solté una carcajada y le expliqué que esos eran murciélagos que salían en las noches y que rara vez mordían a las personas, sin embargo no quedó convencido y unos días después cuando fui a llevar la camioneta para traerme el rustico me sirvió nuevamente de acompañante ya que había renunciado a seguir trabajando allí.
Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de El Arca (@elarca), el mismo ha sido votado por nuestra iniciativa de curación artística @stellae. Si deseas puedes delegar HP al proyecto: Delegate 25 HP Delegate 50 HP Delegate 100 HP Delegate 250HP Delegate 500HP
¡Felicidades! Esta publicación obtuvo upvote y fue compartido por @la-colmena, un proyecto de Curación Manual para la comunidad hispana de Hive que cuenta con el respaldo de @curie.
Si te gusta el trabajo que hacemos, te invitamos a darle tu voto a este comentario y a votar como testigo por Curie.
Si quieres saber más sobre nuestro proyecto, acompáñanos en Discord: La Colmena.
Congratulations @horaciogomez! You have completed the following achievement on the Hive blockchain and have been rewarded with new badge(s) :
You can view your badges on your board And compare to others on the Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOPTo support your work, I also upvoted your post!
Do not miss the last post from @hivebuzz:
Que interesante historia, tengo una sobrina veterinaria que me ha explicado que muchos de ellos son vegetarianos, y si hay alguno que otro que chupa sangre , pero es raro. A buen susto el del señor. Me encantó. Me atrapó la narrativa. Abrazos 🤗🦋