La paz de su mirada - Relato

Había paz en sus ojos. Una paz que muy pocos alcanzan, una paz que raramente se entiende.
Estaba vieja y cansada, pero eso no lo delataban sus ojos, sino el compás apagadito de su cuerpo; su piel adelgaza por los años, llena de pecas de la edad y sus manos... ¡Ay, sus manos,
que tacto cálido tenían sus manos!

Nunca entendí de donde salía tanta fuerza, no había tenido nunca más que lo estrictamente necesario; pero así, al ras, y nunca más; y ni así se había apagado nunca su sonrisa.

Me preocupa la gente que siempre parece ser feliz, que puede reír con el agua al cuello y el cielo en llamas; que parece no lo alcanzan los males de este mundo. Es que me pregunto si es real o si acaso es una máscara; si por dentro están muy rotos y apenas con un poco de adhesivo mantienen las apariencias.

Pero la paz que había en los ojos de la abuela no podía ser falsa, es más, estoy segura que no lo era. Quizá lo que le faltó en bienes materiales lo encontró en la espiritualidad, quizá ella ve cosas que son un misterio para mí. Pero su paz puede alcanzarme cuando sus manos calentitas me abrazaban y me besa en la frente; cuando al recordar el pasado se le inundan de brillo los ojos y desborda esa magia, cuando cuela ese café con canela que perfuma la casa.

Papá bromea, dice que he ablandado a la abuela, que esa señora bonachona y alegre no es la mamá que él recuerda. Que era estricta y muy dura; pero que se le derritió el corazón el día que me trajeron a casa. Me hago la loca, pero veo los ojos de papá nublarse con el recuerdo y me preguntó si así será él cuando sea abuelo.

La veo caminando despacio entre el orégano y la albahaca, buscando al morrocoy que hace dias no aparece, la veo regañar a las plantas que aun no florecen y se me olvidan mis dolores, mi ansiedad y mis fantasmas. Quizá aún estoy a tiempo de preguntarle cómo encontrar la paz que habita en su mirada.

_{Imágenes de mi autoria tomadas con teléfono redmi9a}