Otro de los desfiles que se celebró experimentó día del Clec Festival fue el de la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada. Entre el desfile de Dolores Cortés y de 404 Studio tuvo lugar éste y aunque en principio no íbamos a verlo, decidimos quedarnos. En el showcooking que habíamos visto por la mañana, ya nos había dejado caer la cocinera Begoña Rodríguez que ahora la que estaba al frente de la colección era Cósima ya que su madre no estaba tan activa cómo antes.
La colección como no podía ser de otra manera, fue toda una explosión de color. Prendas de mil colores vivos, con estampados divertidos y complementos en la cabeza muy originales. Todas las modelos llevaban una diadema con un corazón y todas ellas lucieron unos zapatos bicolor, en colores muy vibrantes y grandes plataformas que a más de una modelo le complicaron el desfile. Hubo algún que otro resbalón y traspié, pero supieron salir airosas de ello.
Una de las cosas que más me gustaron del desfile fue la forma tan original de salir a pasarela en el carrusel final. Salieron junto a Cósima y Tristán Ramírez, hijos de la diseñadora, todas las modelos bailando y sonriendo al son de la música cosa que, como ya sabréis es bastante infrecuente en moda. Fue como un soplo de aire fresco, las modelos cuando desfilan normalmente muestran semblante serio.
La experiencia fue positiva, y a pesar de no ser una marca de ropa con la que me sienta identificada, disfruté mucho del desfile. Desde luego si en la próxima edición Ágatha Ruiz de la Prada vuelve a participar, no me lo pienso perder.
Espero que os haya gustado el desfile... ¡nos leemos en el siguiente!
