Redundante

Así, la atávica indiferencia me busca, me encuentra, detiene mi mundo convirtiéndolo en leyenda. Otro disfraz con el cual puedo salir ileso de los acontecimientos y su furia que me conducen al desapego, a no tener nada más, que una hoja en blanco y un negro pensamiento...

Ese comportamiento cíclico que me lleva a repetir todo mil veces cual autómata.

Redundante, es su naturaleza, todos tienen un demonio que alude a su personalidad interna, aunque traten de librar su propia sombra, en ocasiones, también prefieren coexistir con ella.

Es una cruel forma de descanso deshacerte de todo lo que has acumulado durante tantos años, inmensas colecciones de hechos que saturan el espacio haciendo incómoda tu zona de confort en lugar de convertirla en algo grato.

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Entonces no estaría mal, limpiar de vez en cuando un poco por acá y un poco por allá. Pero en mi caso, solucionar mi vida ha consistido en acabar inesperadamente todo lo que he logrado, borrar cada rastro cual ladrón que limpia la escena del crimen para no ser atrapado.

Pareciera que huyo de mí mismo en un juego de dobles de riesgo que termina en un precipicio donde siempre caigo. Justo en el momento que creo haberme encontrado; aprovecho de disfrutar de esa silueta en el espejo sabiendo que en pocos minutos se irá, dejando en su lugar al extraño desconocido que no comprendo pero estoy obligado a dominar.

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El demonio redundante, así lo he llamado, una vez quemó mi colección de acetatos, mi <Dije> diamantado, mi dólar de la suerte y el tomo número uno del libro precario. Aún recuerdo el capítulo del niño en el laberinto, las imágenes logradas entre la zarza y la Hedera cypria, que habría yo dibujado al detalle con la más lúcida imaginación, cuya enredadera dejaba apenas pasar la luz y me hacía distinguir si era, día o noche, si era cielo o el profundo infierno, ese lugar donde permanezco atrapado en mis sueños.

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Entonces vivir para mí es hacer lo bueno y cuidarme de lo malo, creer en la fortuna sin poder tomarla, componer una canción hasta la mitad sabiendo que los músicos de mi banda se irán al pasar su resaca, vivir para hoy sin pensar en el mañana...

Recuerdo que en la universidad tuve que cursar la misma asignatura, tantas veces, que los tutores iban envejeciendo año tras año mientras colocaban de calificación la misma letra "A" y se preguntaban: ¿Acaso, no es éste el mismo chico del semestre pasado?.

El demonio redundante me da un poco de inteligencia a cambio de un tiempo malgastado.

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_nachomolina2

A veces quisiera devolver el tiempo y tener entre manos mi sf-500 Yamaha, con el overdrive conectado. Poner el Gain del amplificador en la última raya y marcar un G-Powerchord, púa abajo, hasta volver añicos los vidrios de la ventana. Pero, hace un tiempo, el redundante intruso entró en mi habitación y se llevó hasta la furnitura de mi guitarra, insinuando que después de aquella joya mis manos no podrían tocar más nada... :(

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Pero todo aquel material escrito a puño y letra, salido de un escritor y su vena, piezas de colección que contaban la historia de mi antigua era, todo se hundió, en las aguas del embravecido maesltrom y junto a él, la mitad de lo que fui, de lo que soy y de lo que decida el demonio redundante la próxima vez que vuelva.

Muchos se preguntarán por qué mi relato del libro precario llega hasta el tomo número cuatro, sin embargo, no es fácil explicar como algo puede llegar a aparecer y desaparecer tantas veces cuando apenas está comenzando...

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Y ni hablar de mi parálisis del sueño, se repite con tal frecuencia que ahora mi viaje es púrpura, las lagunas mentales son tan amplias que no sé si reordenar mi mente desde el centro o desde algún onírico mensaje de esos que escribo al levantarme.

La muestra más clara del demonio de la redundancia, es la historia de @nachomolina2 (63) de reputación, siendo que alguna vez fue el mismo @nachomolina (72), hasta el día que mi cuenta fue hackeada.

¡Créeme, no es fácil hacer esto dos veces!, es como nacer de nuevo en la blockchain.

Así, la atávica indiferencia me busca, me encuentra, detiene mi mundo convirtiéndolo en leyenda. Otro disfraz, con el cual puedo salir ileso de los acontecimientos y su furia...

Redundante, es no saber cuántas veces debo repetir lo mismo, ni cómo, ni por qué, todos tienen un demonio interno y algunos debemos aprender a vivir con él...

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_FIN

_{[Original Content]

@nachomolina2}

_{venezuela

2021}

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