Mi padre
Mi padre tiene ahora los cabellos oceánicos,
blancos, de olas encrespadas.
Mi padre es un diamante labrado de la palabra
un alquimista voluptuoso.
Él me instruyó a pesar por gramos
la sustancia en ebullición del espíritu
en los leales platos de la balanza.
Diré en la medida de mis fuerzas
que mi padre, el autor de infinitos,
todavía trabaja sus composiciones quiméricas.
Él ensaya una y otra vez la justa proporción
para tratar de originar el caldo milagroso,
el oro posible de las palabras.
Mi padre está transcrito con paisajes boreales
traducido con estrofas de antiguas romanzas.
Mi padre sabe que sus pasos están definidos
como el caballo de ajedrez
que juega solo contra con la muerte.
Mi padre me dicta hoy este idioma
de los padres de sus padres
que nos heredaron el fruto de Prometeo
y el arte de la exaltación.
Gracias por su amable lectura
