Imagen de una ciudad inundada (Texto corto)

in GEMS4 years ago (edited)

Angélica fue la que me contó de la arena. En mis viajes en metro a la universidad, cercando los rieles y los túneles, rebosándose en las estaciones. La trajo un viento de nadie, solitario. Las alcantarillas y las canaletas la vomitaban a borbotones, inundando la calle. Fogatas cansadas encima de los montículos. Crecía como la yerba o las flores; entre los escombros de las casas devastadas, como lombrices en las costillas de los niños hambreados, debajo de los hombres tiroteados, se atascaba en las gargantas reseca de los agonizantes y no los dejaba gritar, flotando a sus anchas en las tiendas vacías. Cayendo sucia y dolorosa en las camillas de los hospitales. Lamiendo los carteles políticos. Deteniendo la rueda de los camiones, de los autobuses. Goteando de los teléfonos. No podían verla. Porque realmente no se dan cuenta. Es decir, decía Angélica, contemplando las estrellas del día apagado, si todos pudieran ver el mar tragándose Caracas, lo encontrarían desesperante, entrarían en pánico, intentarían huir. No son capaces de notar cuanta..., cómo está tragándose sus vidas. Comen arena, se acuestan sobre ella. Quizás porque tienen arena en la mirada. Los veía detenidos en las plazas sin saber qué hacer, con sus pasos atascados en una arena negra que había consumido todo. Nada podía hacérsele. Sentados en la acera viendo la noche eterna conversábamos y masticábamos cigarros sin sabor y ella me hablaba de la arena, y sentíamos como se escurría nuestra juventud en un país en sombras, y yo miraba las antorchas y las fogatas y los vecinos contemplando el fuego que se alzaba intentando morder el cielo, saltando con furia con rabia, y me decía que mierda, que sin sentido todo esto, como estamos de jodidos.

city-2462053_1920.jpg

Fuente

Sort:  
Loading...