Fuente
Usted que con sus ojos me miró, embrujada me dejó,
esos ojos que hablaron más que los versos,
me clavó esa mirada,
que nunca olvidó,
y en mis noches cuando el insomnio me acecha me acuerdo más de tí,
esas madrugadas que tanto nos dijimos para simplemente enamorarnos, reírnos, de esas pequeñas cosas que nos gustaban,
yo que en mi timidez no digo mucho, cuando presiento que tú estás cerca,
yo me derrito, lo sé, me encanta decir más con los ojos, porque camino con mi alma toda desnuda y llena de amor para ti,
y cuanto quisiera besarte todo el cuello,
y abrazada a tí cantarte un bolero para decirte cuánto tu me tienes rota,
y en puro desorden de ese verso que quiero escribir para tí,
yo desnuda voy a tí, con unas ganas de amarte y besarte lento,
y que mi luna haga conmigo lo que quiera hacer,
mi corazón en la mano llevo,
y unas ganas inmensas para estrenar, estos suspiros y mil caricias,
si tú me dejas desembarcar ahí en tu cuerpo, yo me quedo.