Para mí siempre ha sido difícil el tema del perdón, porque normalmente me siento herida cuando la ofensa viene de alguien que me importa, ese dolor me ciega y mientras no perdono, no puedo olvidar y la herida sigue abierta, es un círculo fatal para el alma. He trabajado bastante este aspecto, he avanzado y sigo aprendiendo.
Recuerdo una lectura que decía ¿por qué perdonar?, mi respuesta era obvia: para liberarme del dolor y ser libre del resentimiento. La vida es mucho más simple cuando no cargamos con sentimientos negativos que nos opaquen. Pero también me viene a la mente ahora, una de esas frases de motivación que dice que no les demos a los demás el poder sobre nosotros. Nuestra felicidad no puede estar en manos de otra persona. En realidad los demás no tienen el super poder de lastimarnos, nosotros se lo otorgamos, y si es alguien a quien amamos, lo más seguro es que no haya tenido la intención de hacerlo. Somos humanos y nos equivocamos. Al tomar en nuestras manos la responsabilidad de nuestra felicidad, nos liberamos de las cadenas de la esclavitud a la que voluntariamente nos atamos.
Y ni hablar de lo que afecta nuestra relación con Dios, para lo que creemos que existe una fuerza creadora superior a nosotros y que es nuestro padre amoroso. De acuerdo a la información que recibimos a través de La Biblia Él nos ha enseñado a que el amor todo lo perdona, Jesús practicó la misericordia y el amor en su tiempo sobre como humano. Hay veces que el entendimiento humano no encuentra razones ni fuerzas suficientes para perdonar, entonces sólo queda pedir la ayuda de Dios. Si somos objetivos, si deseamos el perdón de Dios ante nuestras propias ofensas, debemos perdonar también a los demás: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, por muy popular que sea, a veces es difícil aplicarla, a pesar que Jesús insistió tantas veces en la necesidad del perdón y que lo aplicó hasta el momento de morir en la cruz al decir: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
También recuerdo la enseñanza del Padre Ignacio Larrañaga: “Si supiéramos comprender, no haría falta perdonar”, esta frase marcó un antes y después en mi vida, me parece tan profunda. Las personas son lo que saben ser, no encuentran una manera para ser mejores, las acciones de cada quien están motivadas por tantos factores, que lo han ido modelando hasta lo que es ahora. Pero lo más cumbre, es que las ofensas que en la cotidianidad nos rompen el corazón, no son como las de la película “La Cabaña” cuyo drama ni siquiera puedo nombrar porque mi corazón no puede procesar un perdón a ese nivel, y es que creo que el perdón no siempre alcanza el entendimiento humano y en esos casos es mejor pedir a Dios su intercesión. Bueno, el caso es que normalmente nos sentimos afligidos porque alguien dijo algo que nos hirió o hizo algo que nos lastimó, con o sin intención, no importa, me sirvió también mucho un video que vi acerca de que la gente hace cosas, no te hace cosas, si alguien comete una falta es su falta, no la tuya; podemos mirarlo con compasión y seguir adelante, sin necesidad siquiera de tener que perdonar, porque no nos molestamos en atrapar el agravio, que de paso a veces es sólo nuestra interpretación de la situación.
Claro también pienso que perdonar no es igual a someterse voluntariamente a un agravio, como por ejemplo, estar al lado de un marido que golpea a su mujer e hijos, se puede poner límites a esa situación, hasta dejarlo si es necesario y seguir adelante, lo que incluye perdonarlo por lo que ha hecho, pero de lejos. Debemos recordar que también debemos practicar el amor propio y resguardar nuestra integridad física, sicológica y moral. Perdonar es algo que debemos practicar por nuestra paz, por nuestro bienestar, así como cuidar de nosotros mismos y buscar la felicidad. Es difícil encontrar el equilibrio en las relaciones humanas, sin embargo, es algo que debemos ir aprendiendo y puliendo, total, para eso estamos aquí, para aprender a ser la mejor versión de nosotros.
Sueña todo lo que quieras, haz todo lo que te atrevas, llega tan lejos como puedas
Me siento feliz y agradecida de tener este espacio en el que compartir Mis reflexiones.
Gracias a todos los que lo hacen posible y a ustedes que dedican tiempo a leerme.
La fotografía mostrada es de mi propiedad y la edité en PowerPoint.
Emojis hecho con Bitmoji.
El separador usado lo elaboré en PowerPoint.